En varias partes del Perú, se vivió con gran fervor la tradicional procesión del Señor de los Milagros, con devotos congregándose para rendir homenaje al Cristo de Pachacamilla.
En Tacna y Moquegua, los fieles se reunieron en la catedral donde el obispo ofició una misa en honor a la sagrada imagen. Luego, la imagen fue sacada en andas por las cuadrillas, recibiendo los aplausos y la devoción de los presentes.
Las calles fueron adornadas con hermosas alfombras, y las armadoras acompañaron el recorrido con incienso, siguiendo las tradiciones de antaño.
Un grupo de católicos del norte de Chile también cruzó la frontera para participar en la procesión, demostrando la gran devoción internacional al Señor de los Milagros.
En Chiclayo, la imagen salió en su segundo recorrido procesional desde la iglesia Santa María Catedral, acompañada por una multitud de feligreses que, pese al intenso sol, caminaron con fe y gratitud.
Rinden homenaje
Niños, jóvenes y adultos participaron, muchos de ellos agradeciendo por la salud y rezando por sus seres queridos.
Las aguadoras, mujeres devotas que acompañan la procesión con agua para los cargadores, continúan siendo una parte esencial de la tradición. Entre ellas, una devota con 48 años de participación, ahora capataz de la cuadrilla de sahumadoras, compartió su experiencia de fe y devoción.
El Cristo Moreno también recibió un homenaje por parte de la Municipalidad de Chiclayo, y la hermandad ayudó a la policía local en la seguridad del evento, garantizando el orden durante el recorrido.
En Huancavelica, la ceremonia se llevó a cabo en la iglesia de San Sebastián, donde los niños le cantaron al Señor de los Milagros.
Luego de la misa, la imagen salió en procesión y fue acompañada por numerosos devotos que caminaron por las principales calles de la ciudad, en un acto cargado de fe y tradición.
