Lima: ¿cuál es el estado de la vía pública ante un eventual sismo?
Algunos limeños aseguraron no tener un plan para evacuar ni para dejar sus precarias y vulnerables viviendas
Wendy Vargas vive una casona construida en 1906, en el jirón Trujillo, distrito del Rímac. Ella no sabe cómo actuar en caso ocurra un sismo de gran magnitud. "Moriríamos, en realidad sí", dijo.
Apenas un letrero puesto en un vetusto poste de alumbrado público custodia la pequeña vía y alerta: "Peligro, pared a punto de colapsar". Pero los vecinos aseguran que nadie de Defensa Civil se ha acercado a explicarles al menos qué pared o qué predios están en riesgo.
"Quisimos hacer refacciones pero dicen que no se puede porque esto es Patrimonio Cultural", asegura la señora Vargas, que regenta una pequeña bodega que también está construida con material vulnerable ante terremotos.
En la esquina del jirón Francisco Pizarro con Prolongación Tacna, la historia es similar. Estrechas calles y a los lados quintas de quincha y adobe con ventanales destruidos y las maderas corroídas anuncian una trampa mortal en caso de algún sismo.
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La cablería enmarañada y expuesta como una gran telaraña ocupa las partes altas de estas calles. Los lugareños denuncian ausencia de autoridades pero se rehúsan a dejar sus viviendas.
Sin embargo en otras zonas de Lima, que son más comerciales, la improvisación también es parte del día a día. En la avenida Tomás Marsano no hay señalización adecuada y los dueños y trabajadores de negocios apuestan por lanzarse a la pista ante un terremoto.
A los conductores solo les queda mantenerse en el vehículo y esperar a que el movimiento pase, quizás con decenas de personas delante de ellos que busquen algún espacio en la pista para protegerse. Algo que atemoriza a millones de personas que esperan, resignados, la hora del desastre en Lima.