Hoy:

    Jugada maestra: El escape a Israel de la exprimera dama Eliane Karp

    La esposa del expresidente Alejandro Toledo abandonó los Estados Unidos rumbo a Israel, donde tiene la nacionalidad, cuenta con una propiedad y no hay convenio de extradición bilateral con Perú

    Video: Cuarto Poder

    La tarde en que Eliane Karp debía llegar a Israel, el cielo de ese país ardía entre proyectiles y ataques aéreos. Las fuerzas militares de Israel y Palestina se enfrentaban sin cuartel, mientras el vuelo 954 de United Airlines, que llevaba a la exprimera dama, daba vueltas sin lograr la autorización para aterrizar.

    En Lima, en tanto, los fiscales peruanos no perdían la esperanza de que el avión de Karp se desviase a otro país, a otro lugar donde la Interpol pudiera detenerla. Pero la mala noticia no tardó en llegar. El vuelo de Karp aterrizó en Tel Aviv a las 8 de la noche, hora local.

    Eliane Karp hizo una jugada maestra, se fue a un país donde cuenta con una propiedad, del que tiene la nacionalidad, y con el que Perú ni siquiera tiene convenio de extradición bilateral.

    Con la noticia de la segunda movida de Karp en todas las portadas nacionales, la pregunta del ciudadano de a pie fue por qué y cómo así el expresidente Alejandro Toledo ha sido extraditado y hoy está preso en Barbadillo, mientras que su esposa ya camina impune en Israel. La respuesta tiene dos nombres. Un expediente llamado Interoceánica y otro llamado Ecoteva.

    El expediente Interoceánica fue presentado a Estados Unidos el 2018, y es por este caso que Alejandro Toledo fue extraditado este 2023. Interoceánica, en resumen, es el pago de coimas de Odebrecht y otras constructoras brasileñas para la concesión de tramos de esa carretera, sobornos de entre 32 y 35 millones de dólares. El cobro de coima más alto reportado en la historia del país. Aquí no está comprendida Karp.

    El expediente Ecoteva, en cambio, apunta al uso de 5 millones 300 mil dólares de sobornos para comprar 2 propiedades y cancelar 2 hipotecas de la pareja Toledo-Karp. El caso fue bautizado como Ecoteva porque el dinero salió de la offshore Ecoteva Consulting Group, a nombre de la madre de Karp, Eva Fernenbug. Aquí están comprendidos principalmente Alejandro Toledo, Eliane Karp y su madre. El pedido de extradición a Estados Unidos se hizo recién el 2021.

    ¿Por qué a pesar de haber un pedido de extradición, Karp nunca tuvo restricciones y no fue detenida en los Estados Unidos? Es que a la fecha este pedido está en el departamento de Estado y no ha pasado a la justicia de los Estados Unidos. Por ello Karp no tenía restricciones y pudo salir de ese país, pese a que Ecoteva habría nacido por obra, gracia y antojos de Karp, según testigos de excepción.

    Para mediados del 2010, Eliane Karp estaba cansada de esta amplia casa en Camacho donde tenía unos 12 años viviendo con Alejandro Toledo. Entonces, narran los testigos, quiso mudarse a Las Casuarinas, un vecindario más cercano a su entorno limeño.

    Los deseos inmobiliarios de Eliane Karp se hicieron realidad el 2012 cuando compraron la casa de Las Casuarinas por US$ 3'750,000 y también una oficina en el Edificio Omega por US$ 882,400. Como el dinero para las compras vino de Ecoteva Consulting, Karp y Toledo se aferraron a su madre, su suegra, como la única señora y dueña de todo.

    Pero Ecoteva era una caja de pandora repleta de millones de dólares que también se usaron para cancelar la hipoteca de la casa de Punta Sal con US$ 277,308 y la hipoteca de la casa en Camacho con US$217,007. A pesar del escándalo, Toledo y Karp, una y otra vez, nunca salieron del guion.

    La última vez que los esposos, los cómplices se vieron fue la mañana del 21 de abril pasado, el día que el expresidente se entregó para ser traído de regreso al Perú. Ese hasta pronto vino después de casi 44 años de historia marital, con interrupciones de por medio. Karp y Toledo se casaron en 1979, tras una relación que tuvo una breve convivencia en Argentina, pero que se finiquitó en la ciudad imperial de Cusco, donde ella dio el sí final.

    Lo llevaba y se lo ponía cuando fuera justo y necesario. En octubre del 2013 fue llevada a lo que sería un callejón oscuro en la Comisión de Fiscalización del Congreso que había iniciado investigación por el caso Ecoteva. Ahí, donde no había visitante que saliera con cabeza, ella salió ilesa.

    Así de ilesa pueda que quede ahora, 10 años después, albergada y refugiada en Israel. La línea de tiempo indica que el escándalo Ecoteva estalló mediáticamente en el 2013. El 2019 la fiscalía formalizó o presentó acusación ante el Poder Judicial y el 2021 se presentó el pedido de extradición a Estados Unidos, con Karp ya viviendo allá.

    La fiscalía especializada en extradición ya tiene en sus manos el primer expediente, el primer folder que se acaba de abrir para iniciar todos los trámites con Israel apelando a acuerdos anticorrupción y a la historia. Aquí sienten que hicieron lo que se pudo y que es mejor mirar hacia adelante.

    Pero las esperanzas de traer a Karp son tan improbables como que vuelva solo por amor. Karp sabe que por el caso Ecoteva se ha pedido en Perú 16 años de cárcel para ella, y que Toledo por el caso Interoceánica se juega 20 años de prisión. El final quizás ya se dio.