Miluska Cano López es denunciada por presunto abuso sexual contra menor de edad

La magistrada Miluska Cano López, quien preside la sala que ve casos judiciales como El Frontón, la matanza de Pativilca, y el crimen del periodista Hugo Bustíos, ha sido denunciada por presunto abuso sexual contra una persona menor de edad.  

La persona menor de edad, quien pertenece al entorno de la jueza Cano López, dio su testimonio mediante la Cámara de Gesell, sobre cómo fue supuestamente abusada durante al menos seis meses por la magistrada.

La jueza Miluska Cano ha respondido a esa denuncia públicamente y también mediante entrevista, y ha responsabilizado a los padres de maltrato físico y psicológico contra la presunta víctima. Cano afirma que los padres le guardan odio por haber descubierto estos maltratos.

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La magistrada también prepara, para la investigación fiscal, la presentación de documentos médicos y psicológicos sobre el estado de la persona menor, y anuncia testigos que desacreditarán –asegura– los argumentos de sus denunciantes.

LA DENUNCIA

El 6 de febrero pasado, una Fiscalía Provincial Penal del distrito de San Isidro inició una investigación preliminar contra la presidenta del Colegiado B de la Sala Penal Nacional, Miluska Cano López, por presunta violación sexual de menor de edad y actos contra el pudor.

El 13 de marzo, la madre de la víctima rindió su manifestación ante el Centro de Investigaciones Especiales de la Comisaría de Familia del Centro de Lima.

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Ella contó que la jueza Cano recogía a la persona menor “el sábado por la mañana, pero la tenía que traer en la noche”, y cuando eso ocurría, dice a la letra “buscaba un pretexto para que se quede, diciéndome que al día siguiente iban a ir al cine, o que se quede un rato más”.

El 2 de abril, una psicóloga de la Cámara Gesell entrevistó a la presunta víctima de este caso. Según este relato, todo empezó en la casa de la jueza, en octubre del 2016, y los abusos se extendieron hasta abril del 2017. Los episodios que describe son de un abuso sistemático tanto sexual como psicológico.

Si bien el relato de la persona menor en la Cámara Gesell es en apariencia coherente y abundante en detalles, el caso apenas está empezando.