Hoy:

    Jicamarca: El perfil psicológico del feminicida de una menor de edad

    Daniel Juyo Pérez vivía obsesionado y con la venganza a flor de piel

    En marzo de 2020, Daniel Juyo Pérez fue sometido a una pericia psicológica. Foto: América Noticias

    "Minimiza las denuncias, es hostil y puede reaccionar de manera agresiva ante situaciones inesperadas y frustrantes"; estos son algunos de los rasgos psicológicos de Daniel Juyo Pérez, el asesino de Jicamarca.

    Frente a los peritos psicológicos de la fiscalía narró los cuadros de violencia que vivía con Fernanda, la menor de 17 años que fue encontrada enterrada en un silo dentro de una precaria vivienda en Jicamarca.

    Juyo Pérez vivía obsesionado y con la venganza a flor de piel. Jamás perdonó que los padres de Fernanda lo denunciaran por secuestro y violación sexual de la menor.

    Fue detenido en marzo de 2020 por estos serios cargos y fue a parar a un penal de la capital. Pero increíblemente las puertas de la cárcel se abrieron y, tras ello, no dudo en ir a cobrar su venganza contra Fernanda. Según las primeras indagaciones, ella fue asesinada el 18 de agosto último.

    En marzo de 2020, Daniel Juyo Pérez fue sometido a una pericia psicológica y, desde ya se advertía de su personalidad hostil e impulsiva. Él mismo narró que agredió a Fernanda en varias ocasiones.

    Todos estos arrebatos de violencia los justificó diciendo que los cometió bajo los efectos del consumo del alcohol y la droga. Sin embargo, para la fiscalía, Daniel Juyo Pérez es "calculador, manipulador y poco transparente ante las situaciones que lo comprometen".

    Un documento precisa que es "egocéntrico, dominante y ejerce el control de personas vulnerables". También se detalla que es una persona "lúcida, sin ningún trastorno psicopatológico, que experimenta limitados sentimientos de culpa y no reconoce sus errores, pues prefiere responsabilizar de ellos a terceros".

    Desde hace un año, ya se advertía de los "rasgos disociales" de este sujeto. ¿Quién le abrió la puerta de la cárcel? ¿Quién se hace cargo ahora de la muerte de una menor de edad que solo esperaba protección de la justicia?