Hospital Dos de Mayo presenta serias deficiencias

La grave situación del hospital Dos de Mayo con médicos indignados y con pacientes que deben soportar largas esperas para ser operados, es parte de la realidad. 

Imágenes dramáticas que ni el propio director pudo soportar y se quebró ante las evidencias. “Ha sido un drama en el que hemos estado viviendo un año”, sostuvo Jorge Ricalde Chapilliquen.

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Cirujanos, anestesiólogos y enfermeras tratando de salvar la vida de sus pacientes, operando a costa de su propia salud, a temperaturas que sobrepasan los 27 grados centígrados. Si en las calles el calor de este verano resulta insufrible, imagínese en un quirófano sin aire acondicionado.

“Ahora ¿estas salas de operaciones no tienen aire acondicionado? Hay una temperatura alta, elevada y eso hace que pueda proliferar algún tipo de contagio que no debería darse”, dijo el médico. 

Cuarto Poder tuvo acceso a imágenes exclusivas donde se puede ver al personal médico del hospital Dos de Mayo en plena cirugía. Todo parece normal, sino fuera por un detalle. Un ventilador casero intenta mitigar el calor en la sala. Aquí los médicos realmente sudan la gota gorda. Solo habían transcurrido veinte minutos y el termómetro confirmaba que la sala de operaciones estaba al nivel de la calle en verano: 27 grados centígrados, una temperatura que dentro de los estándares médicos es considerada alta y de riesgo porque podría provocar la proliferación de agentes contaminantes. 

Pero este vía crucis empieza desde antes que el paciente entre al quirófano ya que ni las lámparas funcionan adecuadamente. Lo que también resulta humillante es que los médicos no tienen vestidores.

Esto está pasando nada menos que en el hospital Dos de Mayo, el primer centro hospitalario público del país. Según documentos, los problemas se habrían registrado desde septiembre del año pasado y  las fallas en el mantenimiento del sistema de aire acondicionado no han sido las únicas molestias.

Los pacientes luego de una cirugía pasan al área de recuperación, pero aquí tampoco se libran del calor. La falta de aire acondicionado ha provocado que los equipos médicos también se malogren.

Para aplacar el calor, los pacientes usan ventiladores compartidos. Una triste realidad que ya ha sido retratada antes, pero que poco se ha hecho hasta ahora. A este problema se suma el desabastecimiento de medicinas, reactivos para el tamizaje en el banco de sangre que retrasa directamente la programación de las operaciones médicas y otros recursos básicos, al punto que algunos profesionales de la salud se ven obligados a reutilizar mandiles, gorros y hasta zapatos quirúrgicos.

Según el doctor Jorge Ricalde, la crisis se desató porque el Seguro Integral de Salud (SIS) les debe 21 millones de soles; sin embargo, lo que resulta increíble es que pese a las deficiencias, este hospital se dio el lujo de devolver al erario público, el 5 por ciento del presupuesto que se le asignó en el 2016.

Por otro lado, para la jefa de Planificación del Ministerio de Salud, Rosario Gonzales, la raíz del problema no radica en la falta de presupuesto sino en la falta de gestión.

La crisis en el sector ha originado una deuda de 500 millones de soles en las 34 unidades ejecutoras. De ahí la falta de insumos, equipos malogrados, medicamentos, atención de calidad. Actualmente el hospital Dos de Mayo atiende a 800 pacientes por día, 40% menos que años anteriores. Las cirugías en todas las especialidades también se han reducido hasta en un 45%.

Hace unos días, la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) supervisó cada una de las áreas del hospital Dos de Mayo y encontró hasta medicamentos vencidos. En medio de esta atmosfera, Susalud dio algunas recomendaciones que ayuden a cambiarle la cara a este hospital.

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La crisis en el sector salud sigue vigente y visto como un paciente, continúa en cuidados intensivos. ¿Pero cuál es el diagnóstico para el Hospital Dos de Mayo? Es literalmente una papa caliente y prácticamente es el espejo que refleja la situación de la mayoría de hospitales en el país.

En el tiempo más corto, este hospital deberá levantar todas las recomendaciones de Susalud y La Contraloría, pero para lograrlo debe existir un concierto de voluntades entre todos los entes involucrados: el hospital, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Economía. De todos depende rescatar a este emblemático centro de salud.