Hombre confesó crimen de enfermera y dijo que “una voz” lo obligó

Esta semana una enfermera fue asesinada en Cieneguilla, quien durante la pandemia arriesgó su vida para salvar la de muchas personas. Era una joven de 28 años, con muchos sueños y aspiraciones. El detenido, Joshua Huamán Jerez, confesó haberla matado con un cuchillo.

Kimberlit Maricielo Tapia Ortíz descubrió que quería ser enfermera a corta edad. Con el paso del tiempo, su sueño se hizo realidad y aquel disfraz que usó un día en Halloween, como una simple fantasía, se convirtió en una honorable uniforme turquesa.

Maricielo o Mari, como le decían de cariño, dejó su natal Barranca en el año 2020, en plena pandemia, para ayudar a los pacientes COVID del hospital de Chancay. No le importó arriesgar su vida con tal de salvar la de los demás.

El 7 de setiembre fue la última llamada de Mari y la última vez que sus familiares volvieron a saber de ella. La incertidumbre crecía con el pasar de los días, y la angustia se apoderó de ellos. Por eso, viajaron a Chancay con la esperanza de poder encontrarla. 

Tras diez largos días de búsqueda y noches sin dormir, lo que tanto temían ya era una realidad: Maricielo había sido asesinada. Cuando su padre, Miguel Tapia, llegó a la morgue y confirmó la noticia con sus propios ojos, su mundo se le vino abajo. El cadáver cercenado de Maricielo fue hallado en un condominio campestre de Cieneguilla, con claros signos de tortura y descomposición.

Los trabajadores del lugar dieron aviso a las autoridades tras percibir un fuerte olor proveniente de la zona descampada. La macabra historia de terror empezó a escribirse a inicios de agosto cuando Joshua Huamán Jerez contactó a Maricielo a través de una red social. 

Lo que comenzó como una amistad virtual se transformó rápidamente en encuentros presenciales. Joshua se mostró encantador, y Maricielo decidió seguir adelante con la relación. Incluso, se lo presentó a su mejor amiga. Todo parecía normal hasta que Joshua le propuso a Maricielo viajar a Cieneguilla para pasar un fin de semana en un condominio campestre, un lugar apartado de la ciudad. 

Pero el encuentro soñado se convirtió en una pesadilla. En una escena que parecía sacada de una película de terror. El cuento del viaje no era más que un desquiciado plan para matar a la enfermera. Con total frialdad, arrastró el cuerpo hasta este descampado y lo tapó con tierra y algunas piedras. Acto seguido, regresó a la habitación para limpiar todo el rastro de sangre, antes de huir en un taxi. 

"El asesino vino con los cuchillos, y además trajo una botella de lejía y esponjas y limpió tanto el dormitorio, el baño y la escalera. Con nuestras técnicas forenses, aplicando el reactivo luminol, se han podido reconstruir las manchas de sangre", detalló el coronel PNP Ricardo Espinoza, jefe de la División de Investigación de Homicidios.

Durante días, Joshua intentó pasar desapercibido, pero la investigación policial rápidamente lo vinculó al crimen. Su nombre y la foto de su DNI estaban registrados en el condominio, lo que permitió a la fiscalía solicitar su detención preliminar. 

LA CONFESIÓN DEL SOSPECHOSO

El 18 de setiembre, Joshua Huamán fue trasladado a la sede de la Dirincri. Tras un minucioso interrogatorio, confesó y afirmó que una voz en su cabeza llamada "Jhon" lo había obligado a cometer el asesinato. 

Al preguntarle si estaba arrepentido, dijo que fue obligado y que sí quería a Maricielo. Este escalofriante caso sacó a la luz a otra víctima de Joshua, quien, por fortuna, logró sobrevivir y hoy, en domingo al día, cuenta el infierno que vivió en su propio departamento. 

OTRA VÍCTIMA DE ATAQUE

La mujer reaccionó rápidamente al fuerte golpe y con la poca estabilidad que le quedaba, lo echó de su casa. La víctima a quien llamaremos María para proteger su identidad conoció a Joshua en el colegio y, luego de varios años, le escribió por Facebook. Poco a poco las conversaciones eran más constantes e incluso él habría intentado formar una relación. 

Queda en manos de la fiscalía decidir si Joshua Huamán termina tras las rejas o continúa en las calles. También continúan siendo materia de investigación los otros nombres que este hombre registró en el condominio donde mató a la enfermera.