Hoy:

    La 'guerra' de los evaluadores por la emisión de brevetes

    Los gobiernos regionales se disputan la emisión de brevetes, un servicio que se ha convertido en el negocio de varias autoridades denunciadas por corrupción

    Video: Cuarto Poder

    Todos estos conductores tienen brevete. Tienen licencia, algunas veces, para matar. Un problema profundo que comienza en los mismos centros de emisión de licencias de conducir donde hoy se ha generado una guerra; un enfrentamiento entre los evaluadores de centros de manejo de los Gobiernos Regionales del país.

    La emisión de brevetes no parece un servicio, sino un negocio. Afuera de los centros de evaluación los jaladores ofrecen sus servicios; y a algunos no les importa hacerlo frente a policías.

    Como se observa, ofrecen aprobar los exámenes y lo hacen frente a los policías. Estos circuitos incluyen el del Gobierno Regional del Callao y el nuevo centro del Gobierno Regional de Lima, recientemente inaugurado en Comas, Lima Metropolitana.

    Por primera vez, un circuito vial perteneciente al Gobierno Regional de Lima se instala en un espacio geográfico que no le pertenece, dentro de la zona metropolitana. Desde hace unos días, cualquier ciudadano podría pasar su examen de reglas y manejo en Comas, y luego recoger su brevete validado por esta institución pública cuya sede se ubica en Huacho.

    El sistema permite a los gobiernos regionales gestionar y supervisar los centros de manejo, de donde se expiden los brevetes. Deben exponer a los conductores a una estricta evaluación que en los hechos no se cumpliría. Este centro de manejo que opera hoy en Comas le pertenece a la misma institución que entregó en Huacho un brevete de conducir a Fray Vásquez, sobrino del expresidente Pedro Castillo, a pesar de su evidente problema en la vista.

    La guerra por los brevetes ha empezado. El MTC ha confirmado que no hay impedimento alguno que evite que cualquier Gobierno Regional ponga un circuito de manejo en la sede de otro gobierno regional. Circuitos que dejan mucho que desear.

    En La Libertad, por ejemplo, se utiliza una cochera gigante que ha sido acondicionada para tomar la prueba de manejo. En Piura adaptaron un estacionamiento del gobierno regional para colocar el circuito, que solo tiene un camino de ida y otro de vuelta. En Tumbes, su centro de evaluación literalmente es un arenal. Como una cancha de fulbito sin arcos. Aquí les toman el examen a los futuros conductores profesionales del país.