Hoy:

    Federación Peruana de Fútbol: Los malos manejos actuales que pueden costarnos la desafiliación

    Esta vez el TAS le sacó tarjeta roja a la administración de Agustín Lozano e impide que vuelva a reelegirse

    Esta vez el TAS le sacó tarjeta roja a la administración de Agustín Lozano. Foto: Cuarto Poder

    Otra vez resuena el nombre TAS en el Perú. Y es que las malas jugadas de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) han llevado que, en menos de año y medio, el máximo Tribunal Arbitral del Deporte vuelva pronunciarse sobre el fútbol peruano. Porque en manos de algunos, la pelota, sí se mancha.

    Esta vez el TAS le sacó tarjeta roja a la administración de Agustín Lozano Saavedra e impide que, bajo el amparo de unos estatutos aprobados el 2019, vuelva a reelegirse en unos comicios donde Lozano era un único candidato a la presidencia de la FPF.

    El 14 de octubre del 2019 la asamblea aprobó unos estatutos que cambiaban las reglas de juego y, desde luego, de administración. Por ejemplo, la Federación pasó a ser amo y señor de los derechos económicos. Solo ellos, y nadie más que ellos, podían negociar los derechos televisivos de los clubes.

    No solo eso, los nuevos estatutos eran tan específicos que, para postular en una lista, se debía tener en los últimos 7 años, mínimo 3 años como dirigente deportivo; eso impedía que aquellos que tenían un cargo profesional remunerado dentro de los clubes pudieran postular al ser funcionarios y no dirigentes.

    Pero había otra jugada maestra dentro de los estatutos. El postulante tenía que incluir en la lista a un dirigente femenino y, además, cumplir con el principio de idoneidad. El detalle es que las únicas 2 dirigentes que existen en el fútbol peruano ya estaban en la lista de Lozano. 

    Lo que nadie entiende es cómo la Conmebol pudo calificar a Agustín Lozano como idóneo, cuando fueron ellos mismos quienes sancionaron al presidente de la FPF por la reventa de entradas.

    Cuarto Poder destapó la reventa de entradas a nombre de directores de la Federación, incluso sus familiares aparecían en los videos de seguimiento. Se estimó que la reventa llegó a captar un poco más de 1 millón de dólares. 

    Ante las evidentes pruebas, a la Conmebol solo le quedó revisar el VAR y sancionar al presidente de la Federación, Agustín Lozano. Lo extraño es el tipo de sanción: apenas 5000 dólares y obligó a que Lozano efectuara campañas de concientización entre los empleados de la federación, respecto al perjuicio que se genera con la reventa de entradas.

    A Álvaro Barco, gerente deportivo del club deportivo Universidad San Martín, uno de los 3 clubes de futbol que denunciaron a la FPF ante el TAS, le sorprende muchísimo la sanción que dio la Conmebol contra Lozano, pues él, por solo declarar contra la administración de la Federación, recibió sanciones económicas más fuertes y hasta la suspensión de sus funciones. 

    El fair play no ha caracterizado precisamente a últimas dirigencias de la federación. Manuel Burga estuvo detenido por el mega caso de corrupción de la FIFA. Edwin Oviedo fue detenido por el caso los Wachiturros y sigue siendo investigado por el caso cuellos blancos

    Y ahora, Agustín Lozano, recibe una goleada de investigaciones; en algunos se le imputa los delitos de organización criminal, fraude en lo administrativo de persona jurídica, colusión ilegal, aprovechamiento indebido del cargo y corrupción de funcionarios. 

    Pero para la Conmebol, Lozano goza de “idoneidad”, porque sigue despachando en sus oficinas

    Fuera de las canchas tampoco sería tan idóneo. La Fiscalía de la Nación reabrió su caso por enriquecimiento ilícito; después que el 2014, el fiscal José Antonio Peláez Bardales archivara el caso porque según su investigación los montos cuadraban; sin embargo, la Fiscalía esta vez sí realizó las pericias y el levantamiento del secreto bancario de Agustín Lozano y encontró razones más que suficientes para reabrir la investigación.

    A fin de conocer todos los bienes de Lozano cuando fue alcalde y regidor de la municipalidad de Chongoyape, los fiscales descubrieron que el patrimonio del dirigente de fútbol pasó de 151 mil soles a más de medio millón de soles. 

    Hoy por hoy nadie sabe cuáles son los estatutos que rigen en la Federación. El TAS anuló los del 2019, el Poder Judicial dejó sin efecto los del 2006; otros dirigentes dicen que tendrían que volver los estatutos de 1996 en la Gestión de Nicolás Delfino.

    Otra vez fútbol peruano, en plena eliminatoria al Mundial de Qatar, es atropellado por sus propios dirigentes. Y ante la inminencia de nuevas sanciones internacionales, corre el riesgo de recibir mayores golpes, que podrían poner en riesgo incluso la realización de la liga de fútbol profesional del próximo año.