Hoy:

    Explosivos y extorsión: Trujillo enfrenta ola de terror criminal

    A pesar de que el gobierno ha desplegado 400 militares para reforzar la seguridad en la ciudad, los atentados no han cesado

    Explosivos y extorsión: Trujillo enfrenta ola de terror criminal. Foto y video: América TV

    Trujillo vive días de terror a raíz de una alarmante ola de violencia criminal. En las últimas dos semanas, se han reportado más de nueve ataques con explosivos que han dejado a la población en constante temor, marcando un aumento preocupante de la delincuencia organizada en la ciudad.

    Uno de los ataques más devastadores ocurrió en la sede del Ministerio Público, donde una potente explosión causó graves daños a la infraestructura, afectando viviendas, comercios y un hospital cercano. Este atentado ha sido solo el inicio de una escalada de violencia que no ha mostrado signos de detenerse.

    Ataques selectivos a comerciantes y transportistas

    La mayoría de los atentados se han dirigido contra pequeños comerciantes y transportistas, quienes han sido blanco de extorsiones por parte de bandas criminales. Uno de los casos más impactantes involucra a una comerciante que sufrió dos atentados en un lapso de 48 horas. Primero, dinamitaron la puerta de su vivienda y, días después, arrojaron una granada en su puesto de venta en el mercado Palermo.

    Otro incidente similar ocurrió en el distrito de Florencia de Mora, donde un transportista de carbón fue víctima de un atentado cuando un delincuente colocó un explosivo en la puerta de su vivienda. Al intentar deshacerse del artefacto, la detonación destruyó los vidrios de su casa.

    Refuerzo de seguridad no logra frenar la violencia

    A pesar de que el gobierno ha desplegado 400 militares para reforzar la seguridad en la ciudad, los atentados no han cesado. Las autoridades policiales han expresado su preocupación, alertando sobre el grave nivel de violencia que enfrenta la ciudad. La situación ha sido comparada con la que vivió Trujillo en décadas pasadas, cuando la delincuencia organizada tenía un control total de diversas zonas.

    Protestas y exigencias de acción

    Vecinos y organizaciones sociales han salido a las calles exigiendo que el gobierno tome medidas más efectivas para frenar la violencia. Mientras tanto, los comerciantes, transportistas y ciudadanos en general siguen siendo víctimas de extorsión, con el temor constante de convertirse en las próximas víctimas de los ataques con explosivos.

    La situación en Trujillo sigue siendo crítica. A medida que los atentados se intensifican, la incertidumbre sobre el futuro de la seguridad en la ciudad se agranda.