Esta es la casa que le entregó Sada Goray a Salatiel Marrufo como soborno

Al chiclayano Salatiel Marrufo solo le faltaba ponerle la cereza a su tajada de billetes sucios. Quería dejar atrás su humilde barrio de Lambayeque y, en Lima, le puso la mira a esta joya inmobiliaria: una casa valorizada en más de tres millones de soles, ubicada nada menos que en la exclusiva zona de la urbanización El Golf, en San Isidro.

Salatiel Marrufo, quien ya tenía las llaves de la confianza en Palacio de Gobierno, no tuvo reparos en pedirle a la empresaria Sada Goray que le comprara su techo propio, y a todo lujo, si deseaba que la empresa Marka Group, de la que Goray era gerente general, obtuviera autorizaciones favorables en el Fondo Mi Vivienda, entidad que dependía del Ministerio de Vivienda.

Marrufo simplemente ya no quería ser el extraño huésped más visitado del hotel El Marqués. Así que el 18 de noviembre ante la Fiscalía, el hoy inquilino del penal Castro Castro, aseguró que esta casa del Golf le fue entregada por Sada Goray como parte de un millonario soborno que ambos acordaron bajo la mesa.

Con la costosa vivienda en su poder, lo primero que hizo el ex jefe del gabinete de asesores del Ministerio de Vivienda, fue cambiar toda la cerrajería. “Procedí a hacer el cambio de las chapas de todas las puertas de la casa contratando a un cerrajero que se encuentra ubicado al frente del hotel El Marques al costado de una bodega”, aseguró Marrufo.

En efecto, quien hizo ese trabajo fue Juan Carlos Comendero, dueño de la cerrajería Inca Suma que, desde hace 22 años, brinda servicios técnicos y copia de llaves a una cuadra del hotel El Marqués. Salatiel Marrufo pagó mil soles por el cambio de chapas de las puertas de esta casa de 389 metros cuadrados. “Son cerraduras especiales de punto, unas cerraduras, se puso en su momento. Para precisar en su momento no estaba, pero después llegó”, mencionó Juan Carlos Comendero.

En mayo último, el abogado chiclayano quiso darle su propio toque de estilo a la casa del Golf y se dio el lujo de traer desde Lambayeque a cinco de sus vecinos para que la remodelaran.

Ante la Fiscalía, Salatiel Marrufo dio los siguientes detalles: “Se encargó de hacer la remodelación de las dos habitaciones del tercer piso, baño del tercer piso, techo del tercer piso, remodelación de las habitaciones del segundo piso, del cuarto matrimonial ubicado en el primer piso, baño, lavatorios, pintado de puertas, cambio de cableado, remodelación del sótano, cochera, cocina, sala, jardín invirtiendo entre el material y la mano de obra la cantidad de 350 mil soles aproximadamente”.

Quien estuvo a cargo de la obra fue Javier Trelles, un experto en construcción, a quien encontramos en su casa en Lambayeque, en el centro poblado Toribia Castro, donde Salatiel Marrufo también tiene una casa. Fue precisamente allí donde lo detuvieron en octubre último. “Los ambientes eran antiguos y lo hicimos moderno. Allí trabajamos cinco personas entre mayo y octubre”, comentó

Los vecinos lambayecanos de Marrufo trabajaron cama adentro en esta casa de Lima por casi seis meses. En estos videos, a los que la unidad de investigación tuvo acceso, se aprecia a los obreros realizando las obras de remodelación en el amplio patio de la cochera, colocando porcelanato en los baños de visita y cambiando las tejas del techo de dos aguas de la casa que está estratégicamente ubicada entre las calles Los Manzanos y José Dionisio Anchorena, en la urbanización El Golf de San Isidro.

Javier Trelles, el vecino de Salatiel Marrufo, fue citado por la Fiscalía para dar detalles de su trabajo, por cuya mano de obra cobró unos 60 mil soles. “Dejé bien en claro que yo vivo del trabajo. Qué voy a saber. El señor tenía su estudio jurídico. ¿Quién iba a pensar todo lo que le pasó?”, aseguró el ciudadano.

Marrufo vivió aquí durante tres meses. ¿Pero cómo iba a hacer él para que esta propiedad formara parte de sus activos obtenidos ilegalmente? “La señora Sada Goray me informó más de una oportunidad que este inmueble estaba en trámite el saneamiento siendo el compromiso que más adelante cuando no tengamos la condición de funcionarios públicos sea transferido a una empresa creada por nosotros o a una tercera persona de nuestra confianza”, dijo.

Sin embargo, la defensa de Sada Goray tiene una versión diferente a la que el otro poderoso asesor del Ministerio de Vivienda le dio a la Fiscalía y, desde su orilla, narró otra historia igual de increíble.

Según el abogado de la empresaria, Marrufo le pidió que lo ayudara a buscar una casa donde vivir en Lima. Ella lo contactó con un amigo suyo del mundo inmobiliario. Se suponía que el entonces asesor del ministro Geiner Alvarado estaba interesado en adquirir esta vivienda y hasta le dieron las llaves para que la apreciara por dentro junto a su familia. La sorpresa vino después cuando Salatiel Marrufo le exigió a Sada Goray que le comprara la casa y se la diera como parte de otro millonario soborno.

Sobre ello, Telmo Zavala, abogado de Sara Goray, dijo lo siguiente: “Él le indica que estaba planteando que la casa ella lo pague y se la dé como parte de futuros pagos. se da cuenta ningún interés de comprar la propiedad plantearla cuestión futuras negociaciones en su momento llegó la propuesta que era a través de porcentajes de los bonos de Techo Propio". De acuerdo con la versión de Sada Goray, Salatiel Marrufo, con total desparpajo y sin aviso, tomó posesión de la casa y hasta le cambió la cerradura sin tener siquiera un documento de alquiler o de compraventa. 

“Cuando la señora Sada le advierte a este amigo que no iba a haber una compra que todo era una mentira esta propiedad y luego quererla canjear y negociar con futuros pagos descabellados le advierte a su amigo y él le dice te están extorsionando no te preocupes porque tengo un juego de llaves y voy a recuperar la propiedad y es el amigo quien se encarga de recuperar propiedad”, mencionó el abogado Zavala.

¿Quién dice la verdad o quién miente en esta historia de coimas y corruptela? Lo único cierto es que mientras miles de peruanos buscan acceder a una vivienda digna; otros, entre malos funcionarios y empresarios, se aprovechan del Estado sin escrúpulo alguno traicionando así a los que menos tienen.