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    Drama de una madre: Busca justicia por la muerte de sus dos hijos

    Desde hace 7 años, una madre de familia pide justicia por la muerte de sus dos hijos. Uno de ellos fue acribillado por sicarios y otra por la imprudencia de un conductor

    Foto y video: América Noticias

    A sus 56 años, Liliana Cuadros dice estar con el corazón destrozado, y como señala, literalmente muerta en vida. Madre de 5 hijos, a quienes sacó adelante con esfuerzo trabajando día a día en un mercado de Comas.

    Pero el 5 de mayo del 2017 su vida cambio. Aquel día, su hija Leslyann Acuña de 23 años, quien estaba en el octavo ciclo de la carrera de negocios internacionales, salió de su casa para dirigirse a una reunión junto a su novio, estaban a bordo de una motocicleta con dirección a Chorrillos, con ellos iban dos amigos más en otra moto cuando de pronto una camioneta que iba a toda velocidad paso al carril contrario y los envistió en la costa verde aquel día la joven y su pareja perdieron la vida, junto a uno de sus amigos .

    El chofer de la camioneta fue identificado como Guillermo Riera Díaz. Desde allí Liliana empezó su tortuoso calvario en busca de justicia. Aquella vez su hijo Kler la acompañaba; como se ve en este video, estaba siempre a su lado tratando de consolar aquel dolor que destrozó a toda su familia.

    Pero 7 años después, cuando intentaba superar el dolor, su hijo Kler fue asesinado por unos sicarios. El joven de 24 años estaba a punto de viajar a Italia para hacer una vida al lado de su pareja. Él se dedicaba a hacer servicio de taxi con el vehículo que su madre había adquirido. Un día la acompañó al mercado y salió a comprar a la tienda, cuando sucedió esta terrible tragedia.

    El crimen se produjo a las 3 y 27 de la tarde en la intersección de la avenida las compuertas con la avenida chacra cerro. Esta cámara de seguridad logró registrar a dos sujetos que llegan en una motocicleta. Uno de ellos baja mientras su cómplice lo espera. El sicario camina con el casco en la cabeza y dispara directamente a Kler.

    Este padre de familia había recibido 4 impactos de bala en el cuerpo. La ferocidad del ataque fue tal que la policía encontró en el lugar 11 casquillos de bala. 

    Liliana Cuadros vive una pesadilla, sucumbiendo entre la angustia y la desesperación, al saber que la imprudencia de un conductor se llevó la vida de su hija, y años después unos feroces sicarios asesinarán a Kler, el tercero de sus hijos. Una valiente madre que con pancartas ha pedido ayuda a las autoridades, al señalar que éstos la han abandonado.

    Desde entonces, Liliana empezó una gran lucha por encontrar justicia, y saber qué pasó, quienes y porque asesinaron a su hijo si le venían cobrando cupos extorsivos, como a la mayoría de personas que viven en esta zona o si alguien lo venía amenazando.

    El dolor es infinito para esta valiente madre que perdió a uno de sus hijos a manos de unos sicarios, víctima de esta ola de criminalidad que se vive en la capital. Dos muertes que marcaron su corazón y su alma. Al solo recordar a sus hijos, sus ojos se llenan de lágrimas, desesperación, sufrimiento e impotencia al no encontrar justicia.

    Sus pasos son de dolor y agonía; el camino al cementerio se ha convertido en su triste rutina para visitar a sus dos grandes amores que están enterrados uno al lado del otro.

    Algo que incrementa aún más el dolor de Liliana es que 3 meses antes del crimen de Kler, fue víctima de robo. El 18 de mayo a las 4 y 30 de la mañana, unos delincuentes ingresaron al depósito que tenía frente al mercado.

    Esta cámara de seguridad logró registrar a un sujeto que intenta abrir la puerta. Demora casi una hora en romper la chapa e ingresa junto a otros delincuentes y comienzan a sacar los costales con la mercadería. Allí se acerca un vehículo con la maletera abierta listo para llevarse todas las cosas. Así suben uno a uno los costales con ropa y zapatos.

    En esta otra cámara se ve a un delincuente dentro escogiendo los productos. Eso no es todo; llega un segundo vehículo para continuar con el robo; allí meten cajas, bolsas y más paquetes para irse a eso de las 5 y 20 de la mañana.

    Cuando Liliana llegó a su depósito, se dio con la sorpresa de que su local había sido violentado por unos delincuentes que se llevaron toda su mercadería valorizada en 100 mil soles. Liliana dice haber recibido solo indiferencia ante esta ola de inseguridad, y criminalidad que se llevó a sus seres más queridos.