Crisis en el sur: Militares chilenos facilitan a migrantes ingresar ilegalmente al Perú
Mientras la Policía Nacional apenas puede vigilar nuestra frontera sur, militares chilenos se deshacen de los indocumentados enseñándoles rutas prohibidas para ingresar a nuestro país
Un día más viviendo al borde, en el límite que marca lo que tienen y lo que anhelan. Es un día más en medio de lo incierto.
Son extranjeros sin territorio, migrantes que cargan su vida entera en una maleta y cada tanto emprenden rumbo desconocido, en busca de algo mejor. Ana y su numerosa familia, como miles de venezolanos, dejaron su tierra en busca de bienestar, pero esta semana abandonaron Chile, dice que ese país no es lugar para encontrar la estabilidad que tanto buscan.
Lleva 4 días esperando pasar a territorio peruano, pero parece que este será un día más de malas noticias para ella. En este pequeño tramo, entre la estricta vigilancia de los carabineros y la policía de nuestro país, ahí en medio, en plena línea de la concordia, se han asentado por estos días, la rabia, los miedos, las frustraciones, las esperanzas de miles de migrantes de diferentes nacionalidades. Venezolanos, colombianos, haitianos, todos esperando que llegue la noche para ver si la luz de un nuevo día traerá alguna posibilidad para ellos. Cada uno carga sobre los hombros historias que pesan más que sus propios equipajes.
Cristina tiene una beba de solo un mes de nacida, lleva sentada esperando en este mismo lugar desde hace 48 horas. No trae dinero, se le acabo lo poco que tenía. Sabe que hoy no pasara al otro lado de la línea.
Las leyes migratorias se han endurecido del otro lado de la frontera, las constantes redadas y los patrullajes en Chile en contra de los indocumentados los obligo a huir, por lo que pretenden ahora entrar a nuestro territorio a costa de lo que sea.
A Ángelo de 28 años, lo espera en Venezuela su madre, su esposa y su pequeña Micaela de 3 años. El tiempo en la frontera de Perú con chile parece eterno para todos, la seguridad en ambos lados se redobla. Migraciones aclaró que solo ingresaran al Perú los extranjeros que cumplan con los requisitos y la policía peruana está aquí para hacer cumplir esta disposición.
Pero cuando acaba el día la situación cambia por completo. Lo que no se ha mostrado hasta hoy es lo que ocurre realmente en la frontera con Chile al llegar la noche.
Cuarto Poder recorrió junto a un grupo de indocumentados el camino por el que miles de venezolanos y otros extranjeros entran a diario desde Chile a nuestro país de manera ilegal.
Muy cerca al límite fronterizo, en la línea de concordia, aun en territorio chileno. Los migrantes toman el lado derecho y caminan. En línea recta por horas y horas hasta antes de llegar al mar, de ahí cortan camino hasta llegar a Tacna.
Pero esta noche Cuarto Poder también muestra como militares y carabineros chilenos son los que les marcan el camino a los venezolanos hacia Perú y les permiten llegar a nuestro territorio por rutas prohibidas.
Éramos cerca de 10 adultos y 5 niños en medio del desierto y la oscuridad. De pronto fuimos interceptados por 2 miembros del ejército. Se acercaron con linternas mientras que otros vehículos militares chilenos circulaban por la zona, al ver al grupo desorientado, lejos de obligarlos a volver, empezaron a explicar cómo salir de Chile y llegar a Perú.
El diálogo duró varios minutos, nos advirtieron que en el camino hay vigilancia peruana y nos recomendaron como evadir a las patrullas.
Se escucha como los venezolanos les agradecen la ayuda y les piden más información sobre el camino que deben seguir. Nosotros en silencio, éramos testigos de todo lo que ocurría.
Después de varios minutos de brindar información sobre como ingresar a nuestro territorio por una ruta prohibida, los militares le garantizan ayudarlos en caso sean descubiertos por la policía peruana.
Pero no fueron los únicos militares que ayudaron a los migrantes a vulnerar la seguridad de nuestro territorio previamente. Otros chilenos uniformados en la ruta también interceptaron en un vehículo al grupo y señalaron con detalles el camino hacia Perú en lugar de llevarlos al puesto fronterizo de su país como si lo hicieron con el equipo de Cuarto Poder al notar nuestra presencia.
Al día siguiente encontramos al mismo grupo ya en Tacna. Habían logrado ingresar ilegalmente al Perú. Reconocimos a uno de ellos frente al terminal de buses. Estaba con su esposa y sus 2 pequeños.
Se quedarán en Tacna hasta conseguir dinero para poder llegar a su próximo destino lo harán al igual que este otro grupo de venezolanos que el día anterior vimos intentando ingresar a nuestro país enfrentándose a la policía, que se lo impedía. También cruzaron por el desierto.
Pero el ingreso ilegal es sólo el inicio del problema. La crisis migratoria se refleja en las decenas de familias de extranjeros que permanecen en Tacna, muchas de ellas viviendo en los parques y en las vías públicas.
La policía peruana continúa vigilando la frontera, pero la realidad muestra que tenerlos parados en la carretera panamericana resulta insuficiente. Y es que mientras el Perú hace poco por afrontar esta nueva crisis migratoria, en chile parece sobrar el entusiasmo para deshacerse del problema.