Hoy:

    COVID-19: Donaciones para el Minsa

    Fueron dos negociaciones por más de 850 000 dólares las que hicieron al Minsa empresas del grupo Sinopharm

    Foto: Cuarto Poder

    Parece que casi todo lo que se hizo fuera del procedimiento regular del ensayo con las vacunas de Sinopharm salió mal. Altos funcionarios negociaban desde agosto de 2020 el ofrecimiento de obsequiar vacunas fuera del ensayo.

    Los investigadores de la Cayetano aceptaban el regalo y rompían las reglas de la ciencia. Las cabezas del Minsa recibían de la empresa china donaciones de productos médicos en plenas negociaciones.

    Fueron dos negociaciones por más de 850 000 dólares las que hicieron al Minsa empresas del grupo Sinopharm. 

    Se conoció que la UPCH tramitó en agosto el permiso para importar 27 800 dosis de vacuna y placebo para los ensayos así como productos que se usarían en los mismos.

    El 31 de agosto, la Digemid aprobó la solicitud exclusiva para la UPCH. El 2 de setiembre, desembarcó el pedido de la universidad, el remitente era la empresa China National Pharmaceutical Foreing Trade Corporation, del grupo Sinopharm.

    Era una lista de 12 bienes, pero solo cuatro tenían como destino la Cayetano. La mayoría estaba destinada al Minsa. Los productos llegaron a la sede no como instrumentos de investigación sino como donación a favor del Minsa. Todo llegó en un mismo avión y fue registrado con un mismo manifiesto de carga.

    La ministra Pilar Mazzetti regularizó el regalo chino más de dos meses después con una resolución ministerial que señala como empresa donante a China National Biotec Group, mas no la que registra en aduanas.

    El 12 de noviembre, la empresa de la primera donación trajo para el Minsa como "donación" 52 ventiladores, 20 concentradores de oxígeno, 100 termómetros, 1500 trajes de protección, 2000 protectores faciales y 50 000 mascarillas.

    Todo por un valor de 814 200 dólares. Minsa dijo a Cuarto Poder que este donativo sí fue autorizado con resolución ministerial pero no hay pistas del documento aún.

    El Gobierno aceptó las donaciones cuando negociaba con varios laboratorios para la compra de la vacuna. 

    En el llamado VacunaGate hay científicos que han desnudado su dificultad para diferenciar entre ambos lados de la línea ética. Lo que nos indica que la vacuna, la sustancia que salvará al planeta del gran virus, debe ser vista también como un gran negocio.