La confesión del sicario capturado en Surco
Domingo al Día accedió, en exclusiva, al testimonio del hombre que desató una balacera en la vía pública, y quien reveló la guerra declarada entre bandas delictivas dedicadas a la extorsión en obras de construcción civil
Con total tranquilidad y por ratos con la mirada perdida, Jairo Antonio Espinoza Trujillo, narraba detalle a detalle su actuar delictivo en Surco ante las autoridades como si de una hazaña se tratase.
“No me pagaron nada. Como yo estaba en dos atentados, me dijeron que él era, yo no sabía el motivo de porque conmigo era ¿Me quieres decir que no te pagaron ni 1 sol? ¿Y solamente fue por venganza? Porque si no me iba a matar”, reveló el detenido a la policía.
Domingo al Día accedió al testimonio del asesino confeso que aseguró que no haber recibido dinero por su labor de gatillero, una misión que en cubriría una rivalidad por el poder en Ate.
Según sus antecedentes se trata de un peligroso sujeto que cuenta con antecedentes por robo, tocamientos indebidos e incluso ha estado preso, por cinco años, en el penal de Lurigancho y que ahora, suma a su historial delictivo, el del homicidio en Surco.
“La primera vez que me detuvieron tenía 21 años, fue por robo de celulares, robaba para mis necesidades. Después, mi ex pareja me denunció por tocamientos indebidos de su hija de 10 años. A los 24 años, me internaron en el penal de Lurigancho por robo agravado, robé el celular a una pareja por Ate, con una pistola”, contó a las autoridades con lujo de detalles.
Según, la policía, el día de los hechos, alias El Negro Jairo, estaba en constante comunicación con alias Jota, el cabecilla de su organización, mediante comunicación telefónica, él mismo observó todo desde un vehículo que se encontraba en los alrededores.
Tras una ardua persecución, que fue captada por aire y tierra, utilizando drone y cámaras de seguridad del municipio, la policía junto a serenos de surco, lograron capturar a Jairo Espinoza, el sicario y al conductor de la moto Jirco Percy de la Cruz, quien cuenta con antecedentes por tráfico de drogas.
El blanco del ataque, ejecutado el pasado miércoles en Surco, no eran Celestino Lulo Bendezú y Edison Reza Ramirez, los dos ocupantes del auto negro, el objetivo era otro. Las balas iban dirigidas al llamado Chato Deivys, el rival de alias Jota, el hombre que habría mandado al conocido como Negro Jairo a acabar con su vida por el control de las obras de construcción en Lima este.
Este es el resultado de una guerra a muerte, que habrían establecido el bando de Deives Gabriel cordero cárdenas y jean Pierre David Huamán vera, dos rankeados criminales que se disputan la hegemonía de las obras de construcción civil y las extorsiones. Con la captura de Jairo Espinoza Trujillo se ha develado la mafia que existe en la zona de Santa Anita, Ate y Huaycán.