Comas: Conductor del Metropolitano fue acribillado en asalto
Asaltantes dispararon contra un conductor de buses del Metropolitano que se ganaba la vida haciendo taxi en sus ratos libres. La víctima se resistió al robo
Carlos Colina era un padre de familia que de día trabajaba como conductor de los buses del Metropolitano y en las noches lo hacía como taxista para poder pagar los estudios universitarios de su hijo.
Fue precisamente en uno de los viajes que inició en Comas, cuando delincuentes que fingieron ser pasajeros no solo le robaron su carro, sino que también acabaron cruelmente con su vida.
A sus 41 años, Carlos Colina Maldonado miraba la vida con un optimismo admirable. Por más de una década trabajó como conductor de buses del Metropolitano.
Con maletín en mano, lentes de sol y una gran sonrisa, así llegaba cada mañana, listo para empezar con su jornada, no sin antes saludar y soltar alguna broma a sus compañeros.
Pero ni tomando todas las precauciones se salvó de ser víctima de la inseguridad ciudadana que azota a la capital.
El martes 26 a las 10 de la noche, Carlos Colina llegó hasta la cuadra 18 de la avenida Los Pinos en Comas porque le habían solicitado un servicio de taxi, pero quienes subieron no eran pasajeros, sino criminales que no solo le robaron su auto, sino que también acabaron con su vida.
Las llamadas insistentes de unos supuestos pasajeros hicieron que Carlos Colina saliera de su casa a las 8 y 30 de la noche. Sin embargo, cuando llegó al punto de encuentro, delincuentes lo interceptaron y a punta de amenazas lo obligaron a bajar de su vehículo.
Pero Carlos se resistió a dejar que le arrebataran lo que con tanto esfuerzo había conseguido y se aferró a él. Los criminales, sin una pizca de misericordia, le dispararon tres veces hasta dejar su cuerpo tendido en la pista.
La escena era espeluznante. La crueldad del ataque lo dejó gravemente herido. Los paramédicos lo llevaron de emergencia al hospital Sergio Bernales en Carabayllo. Lamentablemente, no resistió.
Su sonrisa, que parecía eterna, fue apagada intempestivamente, sin que su familia pudiera hacer algo para impedirlo.
Un día después, la policía halló el auto de Carlos Colina en la zona de Pro de San Martín de Porres. Los asesinos lo habían dejado intacto, incluso hallaron la billetera de la víctima. Lo único que se llevaron fue su celular.