Hoy:

    Ana María Solórzano: un resumen de su gestión como presidenta del Congreso

    La oposición siempre la acusó de estar dirigida desde el Ejecutivo

     Solórzano es una figura cercana a la primera dama Nadine Heredia / Foto: Andina
    Solórzano es una figura cercana a la primera dama Nadine Heredia / Foto: Andina

    La llegada de Ana María Solórzano a la presidencia del Congreso fue turbulenta, tal vez un presagio de lo que sería su gestión. A penas dos votos por encima del candidato de oposición le dieron la victoria.

    Su gestión empezó con una etiqueta difícil de borrar: haber llegado a la presidencia por imposición de la primera dama, Nadine Heredia, así lo explica el analista político Ricardo Vásquez.

    "Lo que ganaba era tener a una presidenta del Congreso a la medida de sus expectativas, es decir, una especie de corre, ve y dile, entre Palacio de Gobierno y el Congreso de la República", explicó el también abogado.

    Durante su mandato la crítica más repetida por la oposición fue favorecer a su bancada y al Ejecutivo. 

    El expresidente del Congreso, Ántero Flores-Aráoz, destacó, por ejemplo, el voto dirimente de Solórzano que dio la confianza a Ana Jara, o cuando el congresista nacionalista Jhon Reynaga se salvó de la suspensión.

    Sin embargo, la falta de convocatoria de un pleno extraordinario para debatir una moción de censura al exministro Daniel Figallo, y el retraso en el debate para derogar la 'Ley Pulpín'; trajeron consigo intentos de sacarla del cargo.

    Pero fue la demora en poner en agenda la inhabilitación del congresista Alejandro Yovera, lo que desató la crisis más seria. La suspensión del pleno y la falta de quorum casi dejan sin facultades legislativas al Gabinete Cateriano.

    A favor de Solórzano está el impulso que dio para la aprobación de reformas electorales y algunos aspectos de la Ley de Partidos Políticos.

    No obstante, episodios como la acusación que deslizó en su contra la asesora parlamentaria Patrica Robinson por un supuesto triangulo amoroso con el congresista Víctor Isla, pusieron en entre dicho su gestión hasta llegar a un exabrupto en donde Martha Chávez le llamó "señora Isla".

    Un mes antes de su salida se conoció el gasto de US$100 mil que fueron obsequiadas al personal del Congreso por el día del padre y de la madre; desembolso que Solórzano defendió.

    La imagen de aliada incondicional de Heredia fue su principal pasivo, pero puede que sea la razón para su continuidad en el Congreso en el 2016.