Al interior de la peligrosa “Siberia” del Callao
Bandas criminales continúan captando a menores de edad para realizar actividades delictivas y defender una de las zonas más inseguras del primer puerto.
Balaceras, asesinatos y demás. Uno de los barrios chalacos más conocidos, lleno de historias y sobre todo hechos de criminalidad en el primer puerto. “La Siberia” al pasar los años ha sido considerado como uno de los lugares más peligrosos del Callao. Sus calles que guardan innumerables sucesos de sangre, que muchas veces quedan retratadas en sus paredes o en los hogares de las miles de personas que viven aquí y que presencian una guerra sin fin entre bandas que mayormente se disputan la hegemonía de toda esta zona por delitos como la venta de drogas o el control por los robos o extorsiones.
Sin embargo, existe una peligrosa banda criminal que se ha apoderado de cada cuadra de este sitio son una de las pocas agrupaciones criminales que aún continúa existiendo en este picante sector con ayuda de misteriosos amuletos o santos piden que todas sus fechorías terminen de la mejor manera.
“Los malditos de la Siberia”, la banda de menores de edad que han comenzado una batalla sin fin contra la policía, quienes buscan a como dé lugar erradicarlos de esta zona roja. Las avenidas del Callao, principalmente de la zona de la Siberia. Esta vez vuelven a estar en el ojo de la tormenta y no por tener los cotidianos problemas, como las pistas destruidas o incluso la falta de luz en el lugar, sino por algo mucho más grave: el aumento de crímenes y delitos que se siguen dando año tras año.
Calles desoladas y paredes llenas de pintas alusivas a esta parte de la ciudad, en donde pocas veces las personas se atreven a pasar por el entendible temor a ser una víctima más de despiadados sujetos. Un verdadero ambiente de miedo que tiene perjudicados a las decenas de personas que viven en entre las avenidas de Loreto, Guise y Salom.
Hablamos, prácticamente, del corazón del Callao. Una realidad distinta que no es solo de ahora, pues las muertes y la conformación de bandas en este sitio se ha visto todo el tiempo. Sin embargo, actualmente la peligrosidad vuelve a estar en su máximo nivel. Caos y violencia que demuestran una vez más, que estas intransitables zonas del primer puerto aún se ven controladas por avezados jóvenes que quieren tener todo el poder.
Una guerra por el control de la zona de la Siberia que no tiene fin. Se trata nada menos que uno de los grupos criminales más peligrosos del Callao. Hablamos de Los Malditos de la Siberia, una conocida banda conformada por menores de edad entre 12 a 17 años, aún atemoriza a los pobladores de la zona y al rededor.
Aguerridos adolescentes que a sangre asesinaban a sus enemigos entre otros. Delitos que, al parecer, involucrarían a otros integrantes de esta banda criminal que solo está conformada por más menores, quienes no tienen ningún tipo de problema en posar con armas de fuego, que utilizaban en las ejecuciones.
El mismo ejemplo que daba alias “Giuseppi”, al mostrar en redes todo su poder, e incluso junto a quien era su enamorada Naydelyn Mercado Aguilar, una de las primeras en formar el nuevo grupo de Las Siberianas.
Pero no solamente Los Malditos de la Siberia han dado que hablar por sus constantes crímenes, también, por ser capturados con imponentes santuarios, en donde increíblemente adoraban a una imagen mexicana, hablamos de La Santa Muerte. Un objeto de culto que mayormente es utilizado por criminales en toda Latinoamérica y que, ahora había sido encontrado en varias intervenciones dentro de la Siberia.
Una de las ultimas capturas que tuvo la policía fue la de Renzo Silva Quispe de 35 años alias El Muerto, un prontuariado criminal que fue capturado gracias a un exhaustivo seguimiento. Increíblemente, a este sujeto también se le intervino con un altar de esta imagen, pese a ello, este era un personaje clave en esta escena, pues al parecer para las autoridades era uno de los adultos que reclutaba a los menores para pertenecer a la nueva generación de la banda Los Malditos de la Siberia.
Cifras alarmantes que ponen en desconcierto a las autoridades, no solo de la policía, también del primer puerto y el gobierno central que ven ante sus ojos al Callao desangrarse en un ambiente en donde cada esquina las personas respiran miedo y temor.