Dueño de una prodigiosa voz, de un talento innato para la música se había hecho de un nombre en el ambiente artístico, donde era conocido como “El Tayta de la Cumbia”. Una voz que apagaron el día que lo asesinaron de siete mortales disparos.
Jaime Carmona era un cantante versátil cuya voz se adecuaba a cualquier género musical, podía pasar de cantar baladas a vallenato e incursionar en la salsa y al mismo tiempo deleitar con una cumbia, uno de sus ritmos preferidos.
Todos los recuerdan como un hombre trabajador y un padre amoroso. Venía de familia de músicos, creyente de la cruz de motupe y un hijo amoroso que siempre apostaba a sus sueños sin importar el reto que se le cruzara en el camino.
Desde los 16 años decidió que su vida era la música, por lo que se entregó en cuerpo y alma a la que era su pasión.Mostrando desde muy joven su facilidad a la hora de entonar las melodías de artistas reconocidos.
Pasó por distintas agrupaciones entre ellas Clase Nova, la Orquesta los Villacorta, Internacional Mangú y la que lo habría llevado a la fama los claveles de la cumbia.
Mientras iba cumpliendo su anhelo en la música, Jaime incursionó en el rubro de la comida rápida, donde era el mismo quién preparaba cada uno de los platillos. También puso su propia barbería en la que él también atendía a sus clientes. Para el llamado “Tayta” no había trabajo grande ni pequeño a la hora de emprender.
En los últimos meses, antes de ser cruelmente asesinado grabó varios videoclips, incluyendo un homenaje a Juan Gabriel y la canción le hace falta un beso, en la cual participó la ex voleibolista Rocío Miranda.
En estas fotografías podemos verlo con famosos cantantes como el salsero Tito Nieves, el vocalista y compositor colombiano Lisandro meza y el peruano Tony rosado.
Se encontraba en su mejor momento, había formado su orquesta conocida como los “Tayta de la Cumbia” con los que gozaba de presentaciones todos los fines de semana, pues poco a poco se empezó a ser más conocido en el mundo artístico.
Como todos los lunes, Jaime había ido a la cevichería Muelle 21 para deleitar a los comensales con sus canciones, se encontraba sobre la tarima junto a su agrupación cuando de un momento a otro ingresa un hombre y lo acribilla a quemarropa.
Varias cámaras de seguridad captaron el trayecto de los asesinos. A lo lejos se escucha la voz melodiosa del llamado Tayta, se ve pasar una moto con dos pasajeros e inmediatamente a los segundos se oye una ráfaga de balas.
Al parecer, Jaime Carmona habría estado en la mira de los extorsionadores, quienes ante la negativa del artista a pagar la exorbitante suma de dinero terminaron matando de siete disparos.
Tres semanas antes de su asesinato, había sobrevivido a un mortal ataque, el 27 de mayo escapó de las manos de sicarios tras su presentación en la cevicheria la caleta piurana en San Martín de Porres. Este horrendo crimen habría sido liderada por un rankeado delincuente desde un penal de la capital.
Con mucho esfuerzo se había hecho de un nombre en la música, sus conciertos eran multitudinarios, incluso sus fans fueron a despedirlo al huaralino portando polos blancos con su rostro como símbolo de un homenaje.
Sus restos fueron velados en el llamado templo de la cumbia, un lugar donde se presentó en reiteradas ocasiones junto a los claveles de la cumbia y en el que ahora junta a sus amigos y seguidores para decirle adiós.
En la cancha donde incluso grabó un videoclip, ahí lo homenajearon como a todo un grande de la música. Su féretro recorrió su amado barrio, siempre junto a él estuvieron sus seres queridos y vecinos que protagonizaban escenas de dolor.
Sus amigos artistas con los que compartió escenario lo acompañaron hasta su última morada. Ellos entre lágrimas no podían creer que nunca más escucharán la voz del querido Tayta.
Sus familiares ahogados en la tristeza de perder a uno de los suyos, sacan fuerzas entre la impotencia y desesperación para pedir por justicia, pues, no desean que la muerte de Jaime sea uno más que ocurre en el ambiente musical.
Se ha ido un cantante talentoso, un artista que estaba despegando y cuya fama crecía como la espuma. Un vocalista y dueño de su propia orquesta, el cual fue víctima de unos criminales que lo asesinaron sin piedad. Ahora, sin duda, el llamado Tayta de la Cumbia canta su repertorio en el cielo.
