Salvador y Catalina se encuentran después de tiempo

Salvador mientras estaba trabajando como guardaespaldas en un parque recibe la llamada de Jimena, la mejor amiga de Catalina, diciéndole que su novia ya se encuentra en el país. El wachimán se alegra al escuchar la buena noticia y apenas sube su mirada ve caminando por el lugar al amor de su vida.

Salvador corre hacia ella y la abraza, pero Catalina reacciona indiferente, mencionándole que la suelte, que no la toque.  Él le responde que ya sabe que ella perdió la memoria; en ese instante aparece Irma, la madre de Catalina, furiosa le dice que no quiere que se acerque, llama a un taxi y sube acompañada de su hija.

Salvador le pide a su novia que lo recuerde, que se iban a casar y le suplica a su madre que no vuelva hacer lo mismo otra vez.

El wachimán llama a un  taxi para seguirlas y saber dónde se encuentran.  Detrás de él aparece su empleadora, quién no entiende lo sucedido, y no explica porque la dejó sola en el lugar.