Sin sorpresas. El español Rafa Nadal, número 1 del mundo, y el austriaco Dominic Thiem, 8º del ranking, pugnarán el domingo por la Copa de los Mosqueteros de Roland Garros, después de eliminar en semifinales al argentino Juan Martín Del Potro (6º) y al italiano Marco Cecchinato (72º) respectivamente.
Nadal, diez veces ganador en el único Grand Slam sobre tierra batida, se encontrará en la final con el único jugador que le hizo morder el polvo de ladrillo en los dos últimos años.
El español, que opta a su 17º título de Grand Slam, logró su victoria 85 sobre la tierra batida de París, en la que sólo hincó la rodilla en dos ocasiones a lo largo de su carrera.
Dominic Thiem no se lo pondrá fácil, ya que el austríaco es el único jugador en haberle ganado sobre tierra batida en 2017 y 2018.
Ese dato pone emoción a la final. Laureado por undécima vez en Montecarlo, y después en Barcelona en sus habituales paradas previas a Roland Garros, y por octava ocasión en Roma, Nadal, que acaba de cumplir 32 años, había sido superado por Thiem (7-5, 6-3) en los cuartos de final del Masters-1000 de Madrid en mayo.
El austriaco ya fue el único en cuestionar su imbatibilidad en tierra batida el año pasado al superarle en Roma (6-4, 6-3).
"Es un gran jugador, que me ganó este año en Madrid, sé que deberé dar lo mejor de mí mismo", apuntó Nadal a pie de la pista Philippe-Chatrier, a la que regresará el domingo.
La resistencia de la 'Torre de Tandil' duró hasta que se desató el ciclón del mallorquín, tocado en su orgullo por un juego en blanco a favor de Del Potro que supuso el 4-4 en el primer set. Desde entonces, Nadal se apuntó 14 juegos (7 consecutivos), por sólo tres del argentino, para acabar 6-4, 6-2, 6-2.
"El primer set estuvo muy difícil, me siento afortunado de haberlo salvado. En el 5-4 jugué muy buen juego, muy buena determinación, era el momento y salió bien", explicó Nadal.
Antes de ese partido, Thiem había sacado boleto para la final del domingo al derrotar a la revelación del torneo, el italiano Cecchinato 7-5, 7-6 (12-10), 6-1.
El austríaco buscará el domingo su primer título de Grand Slam.
Hasta este viernes, Thiem sumaba dos derrotas en sus dos anteriores presencias en semifinales de Roland Garros, la última de ellas ante el propio Nadal (6-3, 6-4, 6-0), y hace dos años contra Novak Djokovic (6-2, 6-1, 6-4), que en aquel entonces ocupaba el primer puesto del ranking mundial.
Su camino de Thiem hasta la final ha estado plagado de obstáculos. Desde el joven griego Stefanos Tsitsipas, una de las promesas del circuito, en segunda ronda, pasando por el renacido japonés Kei Nishikori en octavos, o el choque de cuartos ante el número 3 del mundo, el alemán Alexander Zverev.
La derrota de este viernes supone el adiós al torneo de Cecchinato, un jugador que no sabía lo que era ganar un partido de Grand Slam hasta esta edición de Roland Garros.
A pesar de que los pronósticos jugaban en contra del italiano, que había eliminado en cuartos de final al serbio Novak Djokovic, Cecchinato plantó cara en los dos primeros sets, cediendo en el segundo parcial luego de un largo tie-break. Ahí finalizó su resistencia, y su presencia en la tercera y definitiva manga fue casi testimonial.
"Contra Rafa no seré yo el que tenga más presión", estimó Thiem. "Rafa sigue siendo el gran favorito contra cualquiera, pero yo sé cómo jugar contra él, tengo un plan", avisó el aspirante.