'San Keylor Navas', el extraordinario guardameta de Costa Rica, salió este sábado por la puerta grande del Arena Fonte Nova en Salvador, al convertirse en un gigante en el arco ante Holanda, por los cuartos de final del Mundial Brasil-2014.
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Navas atajó cuanto misil descargaron los tulipanes e hizo de sus 1,84 metros una muralla impenetrable, ahogando el grito de gol de los subcampeones mundiales en una, dos, tres, cuatro, cinco… cualquier cantidad de ocasiones.
Era la noche de Navas y con el paso de los minutos la 'Oranje' se dio cuenta que el golero del Levante español, el que ahora se pelean varios grandes del fútbol europeo, les haría la vida imposible hasta llevarlos al desespero.
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Wesley Sneijder lo intentó de media distancia con el cañón que tiene en la pierna derecha, Robin van Persie con remates a quemarropa y hasta la suerte estuvo de su lado cuando en dos ocasiones los palos se confabularon contra los holandeses.
"Estoy muy agradecido con Dios por haberme permitido jugar un Mundial de fútbol", dijo Navas en rueda de prensa.
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"Todos los jugadores costarricenses somos unos privilegiados por haber estado aquí, era un sueño para nosotros y lo cumplimos con altura", agregó.
Navas no tuvo suerte para contener alguno de los cuatro penales lanzados por los tulipanes, pero se mostró satisfecho por su actuación en los 120 minutos "más intensos que he jugado".
"Mi trabajo es eso, evitar los goles del rival y hoy ayudé a mi equipo para que eso no sucediera, estuve atento cuando el partido así lo dispuso", comentó.
"En los penales uno los quiere parar pero también hay una virtud del que cobra, es parte del juego, hoy no pude detener ninguno, otras veces sí, perdimos, pero eso no cambia en nada el buen partido que hicimos y el buen papel durante toda la Copa", puntualizó.
(AFP)