Nuevo escándalo mundial: Youssoufa Moukoko no tendría 20 años
El delantero Youssoufa Moukoko, quien brilló en el Borussia Dortmund y actualmente juega cedido en el Niza, enfrenta una grave controversia que pone en duda su edad, identidad y registros oficiales. El caso, desatado por declaraciones de quien se presentaba como su padre, amenaza con impactar su carrera y la credibilidad de las instituciones del fútbol alemán.
La polémica comenzó cuando Joseph Moukoko, quien había sido reconocido como el padre del jugador, aseguró en un documental emitido por ProSieben que no es el progenitor biológico del futbolista. Además, afirmó que Youssoufa no nació en 2004, como indican sus documentos, sino en 2000, lo que lo haría cuatro años mayor. "Declaro bajo juramento que Youssoufa Moukoko no es mi hijo biológico ni de mi esposa Marie Moukoko", sentenció Joseph, asegurando que los documentos del delantero fueron falsificados.
Esta acusación, respaldada por testimonios y registros encontrados en Camerún, plantea que Moukoko en realidad se llama Youssoufa Mohamadou y es hijo de un taxista llamado Ousman Mohamadou. El diario Bild reportó que en Yaundé no existen registros oficiales de un nacimiento en 2004 bajo el nombre de Moukoko, reforzando las sospechas sobre una presunta alteración de documentos para favorecer su trayectoria futbolística.
Las repercusiones podrían ser devastadoras para el Borussia Dortmund y la selección alemana. Moukoko es conocido por romper récords de precocidad, incluido ser el goleador más joven en la historia de la Bundesliga. Además, su participación fue decisiva en el Campeonato Europeo Sub-21 en 2021. Si se confirma la falsificación de su edad, estos logros quedarían empañados y se abriría la puerta a sanciones legales y deportivas.
El Borussia Dortmund, por su parte, ha defendido al jugador argumentando que los documentos oficiales emitidos por las autoridades alemanas son válidos. "Estos certificados constituyen la base para sus licencias y autorizaciones de juego", indicó el club en un comunicado. Sin embargo, la presión mediática y judicial ha colocado al equipo en una posición difícil.
Este caso no solo afecta la imagen de Moukoko, sino que pone bajo escrutinio la transparencia de los registros en el fútbol europeo. Mientras las investigaciones avanzan, el futuro del joven delantero y de las instituciones implicadas queda en suspenso.