31 Mayo 2023

Sevilla se consagró campeón de la Europa League por séptima vez

Video: ESPN

El conjunto andaluz derrotó 4-1 a la Roma en la tanda de penales tras igualar 1-1 en los 120 reglamentarios

Ni Mourinho, invicto en finales europeas, ni Paulo Dybala, autor del gol romano, pudieron acabar con el idilio del Sevilla en la Europa League, título que el club hispalense conquistó por 7ª ocasión en su historia (un récord) al ganar 4-1 en los penales a la Roma (1-1 al término del tiempo reglamentado).

 

En el Puskas Arena de Budapest, el argentino Dybala, que fue titular este miércoles pese a que Mourinho aseguró en la víspera que solo estaba para jugar "20 o 30 minutos", adelantó a los italianos en la primera parte (34), pero el defensa Gianluca Mancini anotó en contra (55) el tanto del empate y completó su desacertada actuación fallando uno de los penales de la tanda decisiva que dio el título al Sevilla. El otro error desde los once metros fue del brasileño Roger Ibáñez.

 

La afición sevillista mostró antes del partido una enorme pancarta con la imagen de un emperador romano con el pulgar hacia abajo y el mensaje 'Imperium nostrum' ('Nuestro Imperio'), dejando claro a los italianos quién manda en un torneo con el que mantiene un idilio desde hace dos décadas que no parece tener fin.

"Nadie la quiere (la copa) como nosotros", suelen argumentar los sevillistas para tratar de explicar sus siete títulos desde 2006 y una imagen de invencibilidad en esta competición, pase lo que pase.

 

"Imperium nostrum"
Y la copa quiso corresponder al Sevilla por ese deseo de ganarla, incluso en una temporada como ésta, en la que hasta la llegada de José Luis Mendilibar al banquillo a finales de marzo, el equipo luchaba por mantenerse en Primera División.

 

Ni siquiera José Mourinho, hasta ahora invencible en finales continentales, pudo evitar el triunfo de un Sevilla que cada vez que alcanza una final es para levantar el trofeo.

 

Viejo zorro del fútbol, Mourinho quiso sorprender a Mendilibar con la alineación, titularizando al renqueante Dybala y con un equipo experimentado y lleno de internacionales pese a destacar el martes que jugaba con muchos "niños que el año pasado estaban en el B".

 

El plan del portugués pareció tener su efecto al inicio del partido, ya que el Sevilla no despertó hasta que Dybala abrió el marcador con un disparo cruzado (34).

 

El Sevilla reaccionó al tanto romano y cerca estuvo de lograr el empate antes del descanso, con un par de cabezazos de En-Nesyri (38) y Fernando (43) y, sobre todo, un disparo lejano de Rakitic que escupió el palo (45+6).

 

Ese debía ser el camino a seguir por el Sevilla en la segunda parte si quería tener alguna opción de levantar la copa.

 


Tercer título en los penales 
Mendilibar también trató de cambiar la dinámica de la primera parte con la entrada en la cancha de Suso y Erik Lamela (los autores de la remontada contra la Juventus en semifinales), por Óliver Torres y Bryan Gil, desaparecidos en muchos momentos del primer periodo.

 

Y los cambios surtieron efecto de inmediato. El Sevilla se hizo dueño absoluto del balón y creó peligro sobre el arco romano hasta que Navas centró desde la derecha y Mancini, intentando evitar el remate de En-Nesyri, envió la pelota al fondo de su propia portería (55).

 

A la Roma se le acabó la pólvora cuando Dybala se retiró exhausto (67), aunque tuvo un par de ocasiones para haberse vuelto a poner por delante (66 y 83).

 

El Sevilla quiso evitar la prórroga, primero con un cabezazo alto de En-Nesyri (90+2) y después con sendos remates de Suso y Fernando, el primero atajado por Rui Patricio y el segundo, en el rechace, que no encontró puerta (90+6).

 

La prórroga, en la que apenas se jugó y ninguno de los dos equipos arriesgó, no resolvió nada, por lo que el campeón de decidió en los penales a favor del Sevilla, como ya ocurrió en 2007 (contra el Espanyol) y en 2014 (frente al Benfica).

 

Tras una temporada muy complicada, en la que en los dos primeros tercios tuvo que luchar en la parte baja de la clasificación de LaLiga, el Sevilla no solo sigue ganando prestigio con otro título de la Europa League, sino que logra billete para jugar la Liga de Campeones el próximo curso. AFP

SEVILLA VS. ROMA |  MINUTO A MINUTO:

PREVIA

Tras decepcionar en sus respectivos campeonatos, Sevilla y Roma se enfrentarán en el Puskas Arena de Budapest por el título de la Europa League, que vendrá acompañado sobre todo por un billete para la próxima Champions League.

Sevillistas y romanistas han tenido caminos paralelos esta temporada: mal en la Liga y la Serie A al punto de tener muy escasas opciones de jugar en Europa la próxima temporada, esperan salvar el curso con un título que no solo les dará pedigrí, sino que permitirá al vencedor jugar la Champions, la competición más prestigiosa y lucrativa del fútbol europeo.

El equipo andaluz pretende seguir con el idilio que mantiene con esta competición, que ya ha conquistado en seis ocasiones en el siglo XXI, un récord (2006, 2007, 2014, 2015, 2016 y 2020).

Pese a tener que pelear por la permanencia hasta hace apenas dos meses, el Sevilla nunca renunció al sueño europeo y se planta en la final tras eliminar a dos pesos pesados del fútbol continental en las últimas rondas (Manchester United en cuartos y Juventus en semifinales).

Dos derrotas en 15 partidos

La llegada al banquillo del veterano José Luis Mendilibar (más habituado a lidiar con los descensos que ha luchar por títulos) fue clave en la "resurrección" hispalense tras el mal comienzo de temporada con Julen Lopetegui (tras sumar solo 5 puntos de 21 posibles) y la tormentosa etapa de Jorge Sampaoli, destituido a finales de marzo cuando el equipo estaba a solo dos puntos del descenso.

Con solo dos derrotas en los 15 partidos que ha dirigido al Sevilla, Mendilibar ha impuesto "orden y sencillez" en el juego y a recuperado la mejor versión de jugadores que estaban llamados a liderar el proyecto hispalense, como Ocampos, Rakitic o En-Nesyri.

"Si alguien quiere hacer la película de lo que es una temporada larga y difícil, podría coger la nuestra", resumió Rakitic el lunes antes de viajar a la capital húngara, destacando que ahora el equipo se encuentra "con confianza" y dispuesto a luchar "para traer la copa de nuevo a casa".

La única mala noticia para el Sevilla será la ausencia del argentino Marcos Acuña en el carril izquierdo después de su absurda expulsión en la prórroga contra la Juventus y será sustituido por el brasileño Alex Telles.

Si el Sevilla mantiene un idilio con la Europa League, la historia de la Roma con las competiciones europeas era de odio... hasta la pasada temporada. Dos finales y otras tantas derrotas, una de ellas especialmente dramática, la de la Copa de Europa de 1984 en los penales frente al Liverpool... en el Estadio Olímpico romano. 

La duda de Dybala

Una tragedia que atormentó a la entidad durante años, al punto que el capitán de aquella final, Agostino di Bartolomei se suicidó el mismo día que se cumplía el décimo aniversario de la final, cuyo trauma nunca llegó a superar.

La llegada de José Mourinho cambió la historia el año pasado cuando la Roma ganó su primer título continental, la recién creada Conference League.

Una victoria en Budapest podría colocar a la Roma en el mapa del fútbol europeo y permitiría a Mourinho, además, ser el primer entrenador en ganar esta competición con tras equipos diferentes, después de hacerlo con el Porto (2003) y el Manchester United (2017).

"Hacer dos finales europeas consecutivas es ya de gran club", defiende el portugués, que no piensa en logros personales: "Solo pienso en hacer felices a los 'tifosi' de la Roma".

Mourinho está pendiente de la evolución de la lesión de tobillo del argentino Paulo Dybala, pieza básica en su esquema 3-4-2-1 como nexo de unión entre la medular y el único punta, el inglés Tammy Abraham.

Otro punto de semejanza de ambos equipos esta temporada es que a este partido llegan sin que ninguno de los dos entrenadores tenga asegurada su continuidad el próximo curso... Y la decisión puede estar determinada por lo que ocurra en el Puskas Arena.

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