Sevilla: Lucas Ocampos anotó, fue arquero por una emergencia y evitó el empate del Eibar
Sevilla dio un paso de gigante hacia la Champions League con Ocampos como figura
El Sevilla ganó con sufrimiento a un combativo Eibar (1-0) y dio un paso de gigante hacia la Champions League en un choque donde fue decisivo Lucas Ocampos, el goleador, que luego evitó el empate al parar, de portero por la lesión de Vaclík, un tiro del meta rival Dmitrovic.
Como improvisado guardameta, Ocampos, que había aprovechado a la perfección a los 56 minutos un centro de Navas para hacer el 1-0, repelió en el 101 el remate a la desesperada de Marko Dmitrovic, que subió al ataque en un saque de banda, y luego el internacional sevillano salvó bajo palos el posterior tiro de De Blasis para que su equipo amarrara una victoria y de muchos quilates.
En el cuarto choque sin público en el Sánchez-Pizjuán desde el vuelta de la Liga, marcado por el calor (31 grados al comienzo), se medían dos equipos obligados a ganar por objetivos muy dispares: el Sevilla, cuarto y animado por los traspiés de rivales directos, para reforzar su plaza 'Champions'; y el Eibar, cuarto por la cola, con 6 puntos sobre el descenso y en busca de la salvación.
Los técnicos refrescaron mucho sus onces: seis novedades en el sevillista, con el argentino Éver Banega y el brasileño Fernando en el medio -junto a Óliver Torres-, Sergi Gómez por el sancionado Koundé y Escudero atrás y de nuevo Munir y el holandés De Jong arriba con el argentino Ocampos; y siete en el eibarrés.
Tras llegar a Sevilla solo seis horas antes del inicio de esta cita crucial por una avería en su avión, José Luis Mendilibar hizo cambios respecto al once de la derrota ante Osasuna (0-2) con los defensas Tejero y el argentino Esteban Burgos, los medios Sergio Álvarez y el senegalés Pape Diop, el nipón Inui y Sergi Enrich.
Los azulgranas, cuyo técnico ya dijo en la previa que suspiraba por abrir el marcador para poder jugar con esa ventaja, salieron con más brío e intensidad hasta que los andaluces tuvieron más protagonismo a partir del ecuador de un primer tiempo atascado, de mucha pugna y escasas oportunidades claras de gol.
Aún así, el equipo de Mendilibar demostró tener las ideas más claras, asfixió las salidas del Sevilla con una presión alta y dispuso de la primera opción al primer cuarto de hora, en una falta lanzada por Takashi Inui que paró sin apuros el checo Tomas Vaclík.
El Sevilla no tuvo el dominio y estuvo incómodo con el fútbol físico del Eibar, que avisó con otro remate de Inui despejado por el el brasileño Diego Carlos ante un Sevilla que, tras un disparo fallido de Munir desde la frontal del área en el 26, se rehizo y generó buenas ocasiones en la recta final de este periodo.
Los andaluces, ahora más incisivos, pudieron abrir el marcador en un cabezazo de Fernando a los 43 minutos a la salida de un córner y en un tiro ligeramente desviado de Lucas Ocampos en el tiempo añadido del primer tiempo, justo después de que los hispalenses reclamaran un penalti por unas posibles manos de Esteban Burgos.
En la reanudación, el pleito continuó muy igualado, con muchos duelos en el medio campo, y aunque el Eibar pudo marcar a los 7 minutos tras peinar de cabeza Diop un córner y no llegar de milagro Burgos en el segundo palo, el Sevilla aprovechó la inercia positiva con la que llegó al descanso para seguir apretando a los armeros.
Esta ligera mejoría le dio sus frutos a los 56 minutos, cuando Ocampos aprovechó con el exterior del pie derecho un gran centro con la izquierda del activo Jesús Navas, el mejor de su equipo, para batir al serbio Marko Dmitrovic y hacer el 1-0 con su decimotercer gol en Liga.
A partir de ahí, la pelea física entre ambos equipos, ya con el carrusel de cambios para neutralizar el empuje eibarrés en el caso de los sevillistas y buscar más profundidad en el de los vascos, se acrecentó en un partido muy competido y sin brillantez en el juego.
A pesar de esta igualdad de fuerzas, que se mantuvo hasta el final, Kike García, sustituto de Expósito a falta de 22 minutos para la conclusión, tuvo el empate en un tiro cruzado que salió fuera por poco y luego en el 96 al rematar a la cepa del poste izquierdo de Vaclík en la acción en la que se lesión el meta checo.
También pudo ampliar diez minutos antes la renta sevillista Suso, que salió en la segunda parte, pero Dmitrovic se lució con una parada, tras lo que se vivió un emocionante final de partido con la acción en la que Ocampos, de portero, y el incansable Navas salvando en la misma línea de gol evitaron el 1-1, primero en el remate del meta serbio, incorporado al ataque, y luego en el tiro de De Blasis. EFE