Messi y Antonella arribaron a Rosario, donde contraerán matrimonio
El futbolista Lionel Messi arribó este lunes por la mañana al aeropuerto de Rosario, su ciudad natal, donde el próximo viernes contraerá matrimonio con su novia de toda la vida, Antonella Roccuzzo.
A las 08H10 locales (11H30 GMT) el astro del Barcelona llegó en un avión privado junto a Antonella y sus dos pequeños hijos, Thiago y Mateo, según confirmó a la AFP Cecilia Gabenara, del departamento de prensa de la terminal aérea.
"Al tratarse de un vuelo privado no puedo dar detalles por respeto al pasajero, sea Messi u otro, pero sí confirmo que la familia Messi aterrizó sin problemas en la ciudad a las 8:10 de esta mañana", explicó la portavoz, quien agregó que la pequeña delegación "se retiró inmediatamente" del lugar.
Se presume que, como en otras ocasiones, los Messi se dirigieron a la casa que tienen en la localidad de Arroyo Seco, cercana a Rosario, donde suelen pasar las fiestas de fin de año.
Después de disfrutar una semana de vacaciones al sol en Ibiza, el capitán de la Selección llegó al sur del continente americano en lo que fue hasta ahora el día más frío del año. En Rosario hacía apenas 1 grado centígrado cuando arribó la familia Messi.
El jugador y su futura esposa tienen por delante la última semana de preparativos de lo que será la boda del año en esta ciudad portuaria de 1,2 millones de habitantes.
Los detalles están envueltos en un fuerte hermetismo, en un pacto de silencio del que participan tanto invitados como autoridades.
Sobre la boda
Según publica hoy el diario local La Capital, fuentes cercanas al entorno de Lío dijeron que la fiesta "será algo íntimo".
"No Fein (la intendenta de Rosario), no Lifschitz (el gobernador de Santa Fe). Solo la familia, en una fiesta íntima, con familiares, amigos y los compañeros del fútbol. Todos los jugadores actuales y los que jugaron con él en estos años de profesión", cita el diario.
El futbolista rosarino seguirá de vacaciones hasta el 14 de julio, fecha en la que deberá reincorporarse al plantel de Barcelona. AFP