CBF "repudia" uso de camiseta de la 'Canarinha' en asaltos a sedes del Gobierno
La Confederación Brasileña de Fútbol emitió un comunicado expresando su rechazo al uso de la casaquilla de la 'Seleção'
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) repudió "vehementemente" este lunes el uso de la camiseta de la selección brasileña por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro que invadieron las sedes de los tres poderes del Estado el domingo 8 de enero en Brasilia.
"La CBF repudia con vehemencia que nuestra camisa sea usada en actos antidemocráticos y de vandalismo", indicó el organismo rector del balompié brasileño en su cuenta en Twitter.
Muchos seguidores del exmandatario, que perdió las elecciones de octubre con Luiz Inácio Lula da Silva, en el poder desde el primero de enero, usaron la casaca amarilla de los pentacampeones durante el ataque del domingo a las sedes de la presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.
La camiseta de la selección brasileña fue usada por sectores conservadores durante manifestaciones que pedían la destitución de la exmandataria de izquierda Dilma Rousseff (2011-16).
Pero fue apropiada junto a la bandera nacional por Bolsonaro y sus seguidores durante los cuatro años que estuvo en el poder (2019-22). Incluso, durante la campaña, Lula abogó por "rescatar" esos símbolos.
La CBF había lanzado campañas para despolitizar la casaca, especialmente antes del Mundial de Qatar, en el que el equipo de Neymar cayó en cuartos de final con Croacia, aunque sin mensajes tan contundentes como los divulgados.
"La camiseta de la selección brasileña es un símbolo de la alegría de nuestro pueblo. Es para alentar, vibrar y amar al país. La CBF es una entidad apartidaria y democrática. Estimulamos que la camiseta sea usada para unir y no para separar a los brasileños", agregó el organismo.
Lula y los titulares del Senado, Cámara de los Diputados y Poder Judicial condenaron este lunes los "actos terroristas" del domingo, llevados a cabo por bolsonaristas que exigen una intervención militar para sacar a la izquierda del poder. AFP