Celta con Renato Tapia venció 2-0 al Alavés y sumó cuatro triunfos seguidos
Renato Tapia estuvo presente durante todo el partido en Balaídos
El Celta de Renato Tapia sumó, con dos goles de Brais Méndez, su cuarta victoria consecutiva en LaLiga, ante el Alavés (2-0), una racha que acerca a la zona europea al equipo del director técnico argentino Eduardo 'Chacho' Coudet, que controló el partido con comodidad, especialmente durante la primera parte.
El Alavés salió desafiante, con presión alta para ahogar a su rival, algo que le permitió tener dos ocasiones de gol en apenas seis minutos. La primera llegó tras un grave error en la salida del balón del central mexicano Araujo, que dejó solo a Joselu ante Rubén, aunque su disparo se estrelló en el cuerpo de Tapia. Poco después, en un saque de esquina, Ely probó al portero gallego con un remate de cabeza.
El Celta reaccionó después de esos dos avisos y, casi mediada la primera mitad, marcó un gol en su primera aproximación con peligro: Tapia abrió la pelota hacia la banda izquierda a Olaza, que centró y Brais Méndez superó a Pacheco con un cabezazo.
El gol estimuló el plan del Celta, que controló con comodidad el partido a través de la posesión de la pelota. Dominó y marcó el ritmo de juego, pese a que no hubo grandes ocasiones en el último cuarto de hora antes del descanso, más allá de un centro peligroso de Brais Méndez que despejó Pacheco, un remate de Nolito que interceptó Duarte o un contragolpe que Nolito no coronó ante el portero.
El partido se abrió durante los primeros minutos del segundo tiempo. Con espacios, Brais Méndez se plantó ante Pacheco, aunque cerró el contragolpe con un mal tiro. El Alavés se refugió en las pelotas colgadas al área, acciones a balón parado, como un cabezazo de Joselu en un saque de esquina que sacó Rubén con un paradón, o en centros laterales, como uno que remató alto Battaglia.
El ritmo bajó. El Celta retrasó varios metros sus líneas porque perdió la pelota, que pasó a tenerla el Alavés. El equipo vasco apretó, empujó y se acercó al área celeste. Pero sin hacer daño. Simplemente, tras una buena acción por la banda izquierda, Jota sacó un potente tiro que oportunamente despejó Araujo.
El Celta aguantó sin grandes desequilibrios, a la espera de aprovechar en algún momento los espacios que el Alavés iba dejando en su estructura defensiva. Con la zaga visitante adelantada, Tapia mandó un envío largo a Aspas, que regateó a Lejeune pero erró ante Pacheco.
Minutos más tarde, el equipo de Coudet tuvo más pegada para sentenciar, una acción dibujada con compás que pasó por Tapia, Olaza, Aspas y Brais Méndez, que marcó al recibir solo el pase de su compañero, un gol que alarga el gran momento de forma del Celta, lanzado hacia la zona alta de la clasificación desde la llegada de Eduardo Coudet. EFE