
Además de actor, fue director, escritor y profesor de teatro
Perú.
Aristóteles Picho de un ataque al corazón luego de padecer de síndrome cordonal posterior, un doloroso mal que le afectó la columna y le quitó la capacidad de caminar e incluso de mover brazos y piernas. Había contraído el mal el 2011 por una fiebre de más de 41 grados que le produjo “un golpe de calor en la columna”, según refería .
Pasó los últimos meses ayudado por una silla de ruedas sin dejar de pensar en una futura rehabilitación de sus capacidades motoras pues tenía el sueño de dedicar su madurez a la dirección cinematográfica y a continuar con sus clases de dramaturgia en el Centro Cultural de la Universidad Católica. Sin embargo a veces el dolor simplemente lo inmovilizaba.
El gran actor nacional fue velado en el Museo de la Nación, a donde se acercaron a despedirse de él muchos de sus compañeros de toda la vida. Con esta crónica queremos rendir homenaje a un actor vital y consecuente. Una figura que seguirá viviendo en las películas a las que dio brillo.