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Juan Navarro Jiménez asegura que no tiene pruebas, pero que sospecha que de detrás de los ataques está el ex alcalde Carlos Burgos.
Un muchacho dejó 20 cartuchos de dinamita lista para estallar en la puerta de de la casa de los padres del alcalde de San Juan de Lurigancho, Juan Navarro Jiménez. Es el segundo atentado que el burgomaestre del distrito más poblado del país sufre en menos de seis meses.
En las últimas elecciones municipales, Navarro Jiménez, candidato de Alianza Para el Progreso, obtuvo el 28.99% del total de votos en San Juan de Lurigancho. Se impuso sobre David Nestares Silva, el íntimo amigo del ex alcalde de ese distrito, Carlos Burgos, quien, quedó fuera de la contienda electoral.
Y es que, como se recuerda, la candidatura de este personaje hoy investigado por lavado de activos, fue tachada por el Jurado Nacional de Elecciones al consignar datos falsos en su hoja de vida.
Él asegura que no tiene pruebas, pero que sospecha, al 95 por ciento, que el autor intelectual de ambos ataques es el ex acalde Carlos Burgos.
Atentados con granada y dinamita, personajes que estarían detrás de una guerra política sucia y la intervención de la Fiscalía Especializada en Lavado de Activos que, esta semana, puso más movido al distrito de San Juan de Lurigancho al incautar diversos inmuebles a quienes, según sus investigaciones, serían los testaferros del ex alcalde de esa jurisdicción, Carlos Burgos.
En su defensa, él sostiene que la investigación fiscal en su contra sería injusta, pues ninguna propiedad confiscada está a su nombre.