¿Quién mató a Antero Loayza?

Esta semana se realizó el hallazgo del cuerpo de un cambista de 67 años de edad quien fue cruelmente asesinado y, luego, calcinado en el corazón de Gamarra. 

¿Quién pudo llegar a ese nivel de salvajismo? y ¿por qué?

Antero Laoyza Contreras era un cambista que trabajaba en el emporio comercial 
de La Victoria desde hace más de 20 años. Sus compañeros lo recuerdan como 
una persona amigable y trabajadora. 

Ahora son ellos quienes están asustados y prefieren no dar la cara. Por el nivel de competencia en el trabajo de cambio de dinero, Antero Loayza Contreras había decidido empezar sus labores desde temprano, incluso antes de que empezara el movimiento comercial en Gamarra.

Sus amigos le advirtieron que ello era peligroso, pues en caso de que fuera víctima de algún robo, los ladrones lo iban a encontrar solo sin que nadie pudiera defenderlo.

El último lunes, Antero Laoyza Contreras desapareció a la diez de la mañana. Les
comentó a sus compañeros que iba a hacer una venta de 20 mil dólares a escasos 
metros de su punto de trabajo. El no tenía esa cantidad de dinero. Y, entonces, le pidió a otro cambista que le prestara 15 mil dólares. Ambos fueron juntos hasta esta tienda de telas para hacer el negocio. Sin embargo, don Antero subió solo.

Y aquí empieza lo extraño. Su compañero, quien prestó los 15 mil dólares, ha narrado a la Policía que esperó a que Antero bajara de la tienda por casi una hora y eso no sucedió. Fue la última vez que lo vio con vida.

Empieza entonces la escena de terror. Las cámaras de seguridad de las galerías 
de Gamarra graban todo lo que se mueve en las esquinas de Aviación y Sebastián 
Barranca. De pronto un hombre aparece con una carretilla. Lleva un bulto que luego es dejado en la puerta de un quiosco. 

Pasan las horas. Un auto se detiene. Nadie advierte lo que está pasando. Y es entonces que ese mismo bulto arde en llamas.

Era el cuerpo del cambista Antero Loayza Contreras. Según la Policía esta 
persona de 67 años de edad recibió varios golpes en la cabeza con un fierro. 
Luego habría sido estrangulado y, finalmente, calcinado.