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Eleudoro Asqui fue encontrado muerto en una playa de Ilo. No se sabe quién fue o por qué lo mataron; sin embargo un controvertido informe ha puesto la lupa sobre el gobernador de Moquegua.
En Moquegua la política profana hasta los cementerios.
Inocencia fue a ponerle flores a su esposo Eleudoro quien apareció asesinado hace unas semanas en una playa de Ilo. No llevaba ni cinco minutos aquí cuando el lugar se inundó de gritos y carteles en contra de su familia y de los opositores al actual gobernador regional.
La familia abandonó el cementerio doblada de dolor e indignación, callada. Los amigos de los sacrilegios tardaron más en dejar en paz a Eleudoro y al resto de muertos.
Y es que la batalla política que se libra en Moquegua no tiene límites ni escrúpulos: el gobernador Jaime Rodríguez enfrenta varias denuncias por corrupción y hay quienes, incluso, vinculan su gestión con el asesinato de Eleudoro Asqui. El caso ha pasado los límites de la región y ya se está viendo en la comisión de fiscalización del Congreso.
No se sabe todavía quién ni por qué lo mataron pero un informe que hizo antes de morir está poniendo ahora en serios aprietos al gobernador regional y a la empresa de uno de sus hijos, el Grupo Roca.
Asqui fue siempre operador de maquinaria pesada, y en la anterior gestión regional trabajó tres años conduciendo la misma excavadora. Llegó el cambio de autoridades y se quedó sin trabajo. Durante meses pidió empleo sin resultado, hasta que el pasado 27 de junio, un ingeniero de la región lo llamó para ir a ver la excavadora que siempre había operado. La idea era trasladarla a otra obra y que él volviera a laborar. Pero Eleudoro detectó que varias piezas, entre estas el cucharón, habían sido reemplazadas por otras de menor calidad y capacidad e hizo un informe.
El ingeniero del gobierno regional que viajó con él presentó también este informe a su jefe dando cuenta de lo que sucedía.
Eleudoro le dijo al abogado que forma parte del colectivo anticorrupción de Ilo, entre otras cosas, que a la excavadora del gobierno regional le habían quitado varias piezas, entre ellas el cucharon de seis uñas y le habían puesto uno de cinco, de menor capacidad y más barato. Le dijo además, que había averiguado que el cucharón original de seis uñas se lo habían colocado a una excavadora del Grupo Roca, propiedad del hijo del gobernador.
Eleudoro le dejó este informe escrito a puño y letra y le comentó que tenía fotos en su celular. También le habló sobre otras irregularidades en el uso de combustible y maquinaria, pero esto sin mayores pruebas. Quedó en volver a la oficina del abogado pero nunca lo hizo y la denuncia tampoco. Pasaron los días y llegó el 19 de agosto, al parecer Eleudoro volvió a hablar con un ingeniero del gobierno regional.
Estaba citado a la fiscalía porque dos días antes su hija lo había denunciado por presuntamente haber violado a su nieta de 12 años. El 19 de agosto Eleudoro fue a la fiscalía pero el 20 no llegó, ahí lo estaba esperando su hermano. Lo llamó toda la mañana a su celular pero no contestó. Como a las dos de la tarde, el teléfono fue apagado. Fueron semanas de búsqueda, finalmente el 10 de septiembre un pescador encontró su cadáver en una playa de Ilo.