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Socios en Salud es una organización que ayuda a enfermos de TBC dándoles desde medicinas hasta microcréditos para que puedan salir adelante. Uno de sus fundadores estuvo en Lima, aunque viene a Carabayllo hace 20 años. Conozcan esta historia que merece la pena.
Paul Farmer es una eminencia en el mundo. Es médico y antropólogo, profesor nombrado en la Universidad de Harvard, asesor en las Naciones Unidas y ha escrito diversos estudios de salud, derechos humanos y las consecuencias de la desigualdad.
Este hombre que nació en una familia modesta en el Sur de California,
es co-fundador de Socios en Salud, una ONG mundial que hace verdaderos milagros incluso en nuestro país y conoce Carabayllo como la palma de su mano.
Él conoció Lima gracias al Padre Juan Roussein, un amigo sacerdote que lo albergaba en sus años de estudiante de infectología, en el altillo de su parroquia en Boston, pero el padre Juan soñaba con viajar al Perú para ayudar a los más necesitados.
Paul Farmer y su compañero de estudios, el actual presidente del Banco Mundial, Jim Kim, viajaban a Carabayllo para ayudar a su amigo sacerdote en la difícil labor de brindar salud a un pueblo pobre y bastante abandonado, pero en el camino el Padre Juan se contagió de una Tuberculosis que les fue imposible de curar. Se trataba de una TBC Multidrogoresistente.
Aunque no estaba en sus planes, Paul que trabajaba ya como profesor en Harvard se hizo cargo, en sus tiempos libres junto a Jim Kim y una serie de médicos, enfermeras y promotores peruanos, de la atención en este local que se convirtió en una especie de laboratorio y clínica para tuberculosos multiresistentes: idearon increíblemente, un plan que terminó por adoptar años después, la Organización Mundial de la Salud.
El trabajo incansable de estos médicos, comenzó sin embargo con 10 pacientes que a pesar de haber tenido tratamiento de TBC por meses, no se estaban curando.
Francisca Poma fue una de las suertudas que cayó, justo a tiempo, en estas buenas manos y hoy frente a nuestras cámaras pudo contarle a Paul Farmer que tiene 20 nietos y que goza de buena salud.
Cuando los casos de éxito como este se multiplicaron, Paul Farmer y Jim Kim, con todas las pruebas bajo el brazo, solicitaron ayuda a la Fundación de Bill Gates.