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El caso de Ania Gadea quien denuncia a su ex pareja, a un empresario de 41 años, de haberle practicado más de un aborto en contra de su voluntad.
Ania Gadea Flores tiene 23 años, es de Iquitos y con una sonrisa provocadora y un cuerpo de infarto, encanta a quien la ve. Ha sido fotografiada para los calendarios más solicitados, ha desfilado rubia para Hawaian Tropic y ha lucido para cientos de lentes, con verdadera sangre selvática, diminutas prendas.
Ahora, sin embargo, ha decidido ponerse seria. Frente a nuestras cámaras Ania denuncia a su ex pareja, a un empresario de 41 años, de haberle practicado más de un aborto en contra de su voluntad.
Ania asegura que su denuncia pública permitirá mostrarle sus derechos a tantas mujeres que viven lo que ella ha sufrido, pero sin hablar.
Según acusa Ania Gadea, su ex pareja Fernando Pérez Vallejo con quien sostuvo una relación desde diciembre del año pasado, le provocó un aborto en mayo, pero decidió no denunciarlo.
Estaba embarazada de gemelos, tal y como consta en esta ecografía, a las 6 semanas y 5 días de gestación.
"Un día estábamos haciendo el amor y nunca pensé que me haría algo. Cuando nos
quedamos dormidos yo comencé a sangrar y en el hospital me dijeron que me había metido pastillas abortivas. Cuando yo le recriminé, él me empezó a hablar; "eran dos, que íbamos a hacer" y como yo también estaba asustada poco a poco me convenció que no hiciera nada hasta que terminé aceptando lo que estaba diciendo y porqué lo había hecho".
Increíblemente la relación siguió pero poco a poco se fueron distanciando. En Septiembre de este año decidieron terminar y un día hacia el fin de mes, mientras Fernando recogía cosas de su casa, según estas comunicaciones, encontró un secreto que Ania guardaba hacía casi dos meses. Tal y como figura en este informe médico de fecha 24 de Septiembre, Ania estaba embarazada otra vez y él sabía que era su hijo.
Se molestó con ella. Luego le habló con cariño otra vez… “siempre dispuesto a deshacerse del problema” el caso es que una semana después la había convencido para verse y allí sucedió lo peor.
Con engaños, su ex pareja la habría citado para devolverle su pasaporte en la oficina que tenía en Magdalena del Mar. El local estaba vacío y Ania intentó no quedarse mucho tiempo, pero él insistió que tenían que hablar. Ania accedió pero él terminó encerrándola a la fuerza.
La arrastró al piso de arriba, la volvió a bajar… y finalmente cerró hasta con candado el local. Aunque Ania llegó a decirle en un momento que abortaría pero, en un lugar seguro él habría cumplido su palabra. Al sentir los efectos del medicamento y su presión bajar, lo convenció para salir del lugar. Evidentemente, Ania se quería escapar.
Él finalmente se distrajo, le soltó el brazo por un segundo y ella echó a correr.