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La comezón del séptimo Gabinete

Sale Jara, entra Cateriano. Una nueva era política que no se pronostica muy pacífica ha empezado de la mano de este nuevo premier sin pelos en la lengua. Juramentaciones en Jueves Santo del cabalístico séptimo Gabinete. El vía crucis de un gobierno que busca resucitar de una de las peores crisis de confianza de los últimos tiempos. 

 

 

Encontrones, cambios y sorpresas trajo esta semana santa en la que Pedro Cateriano terminó estrenando el fajín de  Primer Ministro del séptimo Gabinete del gobierno de Ollanta Humala. 

Su designación,por supuesto, ha causado un auténtico sarpullido entre los congresistas de oposición. La Moción de Censura contra Ana Jara había sido su mensaje claro: concenso o guerra. 

Pedro Cateriano, el político de la lengua afilada, con poca paciencia y con un activismo candente en las redes sociales no eran precisamente la paloma de La Paz que especialmente las bancadas aprista y fujimorista esperaban.

Sin embargo, él asegura que cambiará su estilo. 

"Voy a ser el vocero del gobierno, es decir debo interpretar el sentir de la mayoría del Gabinete. Mis opiniones políticas personales tendrán que ser en muchos casos reemplazadas por el gobierno y voy a ser respetuoso de la Constitución". 

Las nuevas figuras del Gabinete son personajes muy allegadas al Premier Cateriano, el flamante ministro de Defensa, Jake Valakivi, fue hasta hace poco su viceministro de Recursos para la Defensa y el actual ministro de Justicia, Gustavo Adrianzen, se desempeñó durante tres años como procurador público del Ministerio de Defensa.

Otro recambio se produjo en la cartera de Relaciones Exteriores, Gonzalo Gutiérrez  fue reemplazado por la hasta ayer nombrada embajadora del Perú en Francia, Ana Sánchez  Vargas.

El lunes que pasó, tras casi cinco horas de un candente debate, a eso de las 11 de la noche, la oposición logró los votos necesarios para desembarcar a Ana Jara  del Premierato.  El Pleno del Congreso logró censurarla con 72 votos a favor, 41 en contra y 2 abstenciones.

Lo que puso a Jara contra las cuerdas fue la denuncia que hizo el congresista Víctor Andrés García Belaúnde sobre el rastreo de bienes a politicos, periodistas y hasta 
empresarios por parte de la Dirección de Inteligencia del Gobierno.

Pero el tema de los irregulares seguimientos de la DINI ya venia de comienzos de año en este sentido, dado que la DINI responde y depende de la PCM, la censura de Jara por este tema se veía venir. 

El caso de seguimiento más grave fue del que fue víctima nada menos que la primera vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, por un grupo de militares.

Pero, ¿qué hay detrás del nombramiento de Cateriano como reemplazo de Jara, en una clara elección por la confrontación política? Hay quienes ven en esta decisión una audaz movida de ajedrez que podría terminar con nada menos que la disolucion del Congreso.  

No olvidemos que a diferencia de otros Gabinetes, Pedro Cateriano se presentará ante el Congreso con el antecedente de una previa censura. El artículo 34 de la Constitución señala claramente que si el Consejo de Ministros no obtiene la confianza o es censurado por segunda vez, el presidente está ante una situación en la que la gobernabilidad le es imposible y está facultado por ello a disolver el Congreso y llamar a nuevas elecciones dentro de los cuatro meses siguientes.

Con el fin del Gabinete Jara se inicia una etapa aún difusa en la política nacional. Los nacionalistas cuentan con una bancada frágil que no está en capacidad de resistir muchos embates más de la oposición.  

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