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La actriz Kaitlyn Dever enfrenta uno de los mayores desafíos de su carrera al interpretar a Abby en la segunda temporada de The Last of Us. Este personaje, conocido por su complejidad y controversia en el videojuego original, representa una oportunidad para Dever de explorar emociones profundas y ofrecer una actuación impactante.
Durante el rodaje, Dever enfrentó una tragedia personal: la pérdida de su madre, Kathy, tras una larga batalla contra el cáncer de mama. Este dolor influyó en su interpretación, especialmente en escenas clave como la de su interacción con Joel en el segundo episodio. Dever canalizó su duelo en la actuación, aportando una autenticidad conmovedora a su personaje.
La intensidad e imagen del personaje de Abby en comparación a la actriz generaron reacciones mixtas entre los fanáticos. Algunos expresaron críticas y amenazas, lo que llevó a la producción a reforzar la seguridad de Dever durante el rodaje. A pesar de estos desafíos, la actriz se mantuvo firme en su compromiso de representar a Abby con humanidad y profundidad.
La interpretación de Dever ha sido elogiada por su capacidad para transmitir la complejidad emocional de Abby, destacando en una serie ya reconocida por su calidad narrativa. Su actuación no solo enriquece la historia, sino que también ofrece una visión más empática del personaje, invitando a los espectadores a reflexionar sobre temas como el dolor, la venganza y la redención