Juego de Tronos: esta es la escena que más le decepcionó a su creador, George R.R. Martin

Si te preguntamos qué escena de Juego de Tronos te ha decepcionado más, tal vez te quedes pensando en alguna de la última temporada. Pero…¿te imaginas cuál fue la que más decepcionó a su creador, George R.R. Martin?

Claro, también se te pueden venir muchas a la cabeza, especialmente porque aquello que hemos visto en pantallas ya excedió los libros y no exactamente han planteado cosas que el autor ya ha construido en su mente (o no de esa forma); sin embargo, las declaraciones de Martin nos harán retroceder a la primera temporada.

El autor ha revelado que la escena de caza de Robert Baratheon fue de las que más le decepcionó. ¿El motivo? Pues tiene que ver con el bajo presupuesto y las limitaciones que tenía Juego de Tronos en aquel entonces:

Donde realmente caímos en términos de presupuesto fue mi escena menos favorita de toda la serie, en las ocho temporadas: Cuando el Rey Robert va de caza.

Solo eran cuatro tipos yendo a pie por el bosque con lanzas y Robert echando mierda a Renly. En los libros, Robert se va de caza y nos enteramos de que ha sido corneado por un jabalí, lo traen de vuelta y muere. Así que nunca hice una escena de caza pero sí sabía cómo se daba en la realeza. Tenía que haber habido cientos de hombres. Tenía que haber habido pabellones, cazadores, perros. Hubiera habido cuernos sonando. ¡Así es como un rey va de caza!

Bueno, razón no le falta. La escena en cuestión era bastante minimalista para estándares que respondan a la realidad de aquel entonces y le damos toda la razón a George quien añade que el rey simplemente “no habría estado caminando por el bosque junto a tres amigos sosteniendo lanzas con la esperanza de encontrarse con un jabalí”. Sin embargo, y como él mismo indica, en aquel punto aún no podían darse el lujo de conseguir caballos, perros o un séquito de gente.

Recordemos también que el autor formaba parte del equipo de la serie en sus inicios, aprobando los guiones hasta que ya no pudo seguir el ritmo. Así que si bien puede no haber estado de acuerdo con la forma en la que esta escena llegó a las pantallas, no le quedaba más remedio.