Por: Nicole D:
El fenómeno de Netflix, Stranger Things, comenzó como un dulce de cultura pop; niños lindos y Winona Ryder. Ahora, más de un año después, los fanáticos de la serie están aprendiendo de la peor manera que nada bueno puede permanecer. La segunda temporada ha llegado y también el final de nuestra inocencia comunal, entre el problema de cocaína de Charlie Heaton y la primera ola de críticas.
Pero aunque Stranger Things no sea inmaculado, sigue siendo una serie para sentirse bien, como lo demuestra el adorable grupo de niños que ahora pueden ser vistos sonriendo con ropa formal en alfombras rojas.
Esta temporada culmina en un baile de la escuela de Hawkins llamado "Snow Ball". El país invernal de las maravillas aparentemente resultó ser una rica fuente de inspiración para los hermanos Duffer, quienes decidieron agregar un beso sin guion de último minuto entre Lucas (Caleb McLaughlin) y la nueva adición Max (Sadie Sink). Si bien un beso puede parecer un juego limpio para dos actores infantiles profesionales, las circunstancias que rodearon la escena, que fueron discutidas abiertamente en un episodio de Beyond Stranger Things de Netflix, han provocado críticas en las redes sociales.
Después de los episodios, está el after show, donde Sink, de 15 años, se sienta con sus compañeros asistentes de baile y los creadores. Ross Duffer abre una discusión sobre el beso al decir que la escena fue "culpa" de la niña. Sadie señala que "el beso no estaba escrito en el guion". Ella recuerda: "Llego allí, el primer día del baile… uno de ustedes, creo que fue Ross, dice: "Ooh, Sadie, ¿estás lista para el beso?". Y yo como, "¿Qué? ¡No! Eso no está en el guion… eso no sucederá’. Así que todo el día estaba como estresada, estaba como oh, Dios, espera, tendré que hacerlo… y no sucedió ese día, pero luego, sí el segundo.” En este punto, Duffer explica: "Reaccionaste tan fuerte a esto, yo solo estaba bromeando, y estabas tan asustada que yo dije que tengo que obligarla a hacerlo ahora… es por eso que digo que es tu culpa". Y no es de extrañar que Sink estuviera tan "estresada "; como continúa describiendo, el beso fue filmado frente a una sala llena de extras, además de "sus padres, el equipo y mi madre".
Toda la conversación, en la que Sink recuerda repetidamente sentirse incómoda mientras los Duffers se ríen, tiene un tono extraño, particularmente a la luz de las conversaciones en Hollywood sobre la explotación de actores menores de edad y cuestiones de consentimiento. La respuesta de los Duffers al rechazo inicial de Sink contra el beso, para insistir en la escena sin guión y luego usarla para reír durante su post-show, parece profundamente insensible y presumen de su decisión de ignorar a una niña de 15 años por incomodidad justificada. Como señaló Teen Vogue, "Muchos ahora están recurriendo a las redes sociales para debatir esta decisión y preguntarse por qué el director no consoló a la actriz, dejó el beso o trabajó con Sadie para capturar la escena de una manera cómoda y despreocupante para ella ".
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— Cinescape (@cinescape_peru) 6 de noviembre de 2017