¿Te acuerdas de la septa Unella? Sí, aquella mujer bajo el ala del Gorrión Supremo que se encargó torturar a Cersei Lannister en el Gran Septo de Baelor cuando fue arrestada y quien la acompañó en su camino de expiación gritándole “vergüenza”. Cómo olvidarla.
Lo que también te acuerdas seguramente fue cómo nos despedimos del personaje. Y es que cuando los papeles se voltearon y Cersei volvió a tener el poder absoluto, tomó nota de aquellos que quería disfrutaran de su dulce venganza, con Unella entre ellos. Sin embargo, lo que no sabes es que la actriz que interpretó al personaje ha detallado lo tortuosa que fue la experiencia de rodar sus últimas escenas.
Hannah Waddingham cuenta que inicialmente los planes para su final involucraban a La Montaña pero cambiaron la forma de tortura a último minuto (si bien se sobreentiende que La Montaña también aportó “su granito de arena” pero ya a puertas cerradas).
“Ella iba a ser violada por The Mountain y creo que habían tenido tantas quejas sobre la violación de Sansa que decidieron no hacerlo. Creo que cambiaron la escena cuando estaba en medio del vuelo a Belfast porque de repente me enviaron estos nuevos diálogos que decían que necesitaría un traje de neopreno. Y pensé que me habían enviado los bits equivocados. Y efectivamente, cuando llegué allí, me pusieron un traje de neopreno y pensé: ‘¿Por qué?’ Y ellos dijeron: ‘Oh, es tortura con agua’”, relató la actriz.
Y si bien estamos ante una escena que dura pocos minutos, resulta que el rodaje fue extenuante. Waddingham cuenta que pasó 10 horas atada, repitiendo una y otra vez la toma hasta que quede perfecta, lo que implicaba, por supuesto, que la tortura se convierta en algo demasiado real:
“Allí me ataron a una mesa de madera con las correas grandes adecuadas durante 10 horas. Y definitivamente, aparte del parto, fue el peor día de mi vida”, dijo la intérprete. “Porque Lena estaba incómoda vertiéndome líquido en la cara durante tanto tiempo y yo estaba fuera de mí”.
“Pero en esos momentos tienes que pensar o lo haces o te acobardas y dices: ‘No, esto no es para lo que firmé, bla, bla, bla?”, añadió. “Y luego lo curioso fue que, después de que terminamos de filmar durante todo el día, gente como Miguel Sapochnik, el director, pasó con una taza de té y un sándwich para llevar y dijo: ‘Hola, cariño, ¿estás bien? ‘Y yo estaba como: ’No realmente’. ‘El equipo acaba de decir que realmente te estamos sumergiendo aquí’. Y yo estaba como: ’¡Sí, no necesitas decirme eso!’”.
“No tenía voz en absoluto, apenas podría susurrar y los moretones ya estaban apareciendo como si me hubieran atacado y yo estaba como: ‘Básicamente me acaban de torturar con agua durante diez horas’”.
Pero como bien dice el dicho, mal de muchos consuelo de tontos, luego se topó con Eugene Simon, quien interpretó a Lancel Lannister con quien compartió historias de tortura:
“Él me dijo: ‘Amiga, me he estado arrastrando por la mierda durante cuatro días sobre mis codos’. Así que pensamos: ‘¿Ves? No has estado en Game of Thrones a menos que hayas sido realmente maltratado”.
¿Imaginabas que el rodaje de esta escena había sido de esta manera? ¡Cuéntanos en los comentarios!
Vía: Collider.