Si tuviéramos que escoger un objeto que resuma la esencia de Juego de Tronos (Game of Thrones) sin duda tendría que ser aquel imponente Trono de Hierro en el que el déspota Joffrey ha reposado sus reales cuatro letras desde la 2da temporada y que ha ocasionado mil y un dramas entre los personajes de la teleserie.
Sin embargo, el modelo de este imperial asiento que podemos ver en la serie transmitida por HBO dista bastante de aquel que George R.R. Martin, autor de las obras literarias en la que se basa este programa televisivo, vislumbró en su momento. Sino miremos el boceto que dio a conocer a través de su diario online sobre lo que él imaginaba que sería el Trono de Hierro:
El trono de HBO se ha vuelto icónico. Y lo merece. Es un diseño brutal y ha servido a la serie estupendamente. ( ) Y pese a todo sigue sin ser el idóneo. Mi Trono de Hierro es inmenso, feo, asimétrico Es un trono hecho por herreros martilleando juntos montones de espadas rotas, retorcidas y semi-fundidas arrancadas de las manos de hombres muertos o cedidas por enemigos derrotados un símbolo de conquista tiene los detalles que describo y sus dimensiones. Desde la cima, el rey domina todo el salón del trono. Y hay miles de espadas en él, no sólo unas pocas. Este Trono de Hierro infunde terror y no es un asiento cómodo, tal y como lo concibió Aegon.– acotó Martin.
El diseño nos parece realmente brutal. Nos hubiera encantado verlo en la pantalla chica.