El reciente anuncio de la separación entre Leire Martínez y La Oreja de Van Gogh ha dejado un sabor amargo entre muchos, en especial para aquellos que han seguido a la cantante durante los últimos 17 años, cuando tomó las riendas de la banda tras la salida de Amaia Montero. En su comunicado, el grupo mencionó “diferencias” que llevaron a la decisión, pero parece no haber reconocido del todo la importancia de Leire en mantener a flote al grupo durante casi dos décadas.
“Después de 17 años maravillosos repletos de música y emociones que jamás olvidaremos, queremos anunciar que las trayectorias profesionales de Leire y La Oreja de Van Gogh seguirán caminos separados. La decisión ha sido dura y difícil, pero llega después de mucho tiempo de reflexión y profundas conversaciones en las que no hemos conseguido acercar nuestras diferentes maneras de vivir el grupo. Termina una etapa fascinante que todos llevaremos en el corazón y que nos ha permitido disfrutar de la mejor profesión del mundo de una manera soñada”, escribieron en un desabrido comunicado
Leire, quien fue fundamental en darle continuidad a La Oreja de Van Gogh, ya había expresado su incomodidad en varias ocasiones ante los constantes rumores sobre el regreso de Amaia. Estos rumores se intensificaron desde que en julio Amaia Montero tomara el escenario junto a Karol G en Madrid para cantar ‘Rosas‘. Vale mencionar que Amaia había estado alejada del mundo de la música durante varios años después de que su carrera en solitario no lograse despegar.
En una entrevista con Navarra Televisión, Leire, por su parte, se mostró contrariada: “Que se diga que Amaia vuelve al grupo no me importa; no me afecta para nada. Lo que no me gusta es que se me ningunee cuando se dice eso”, comentó. A lo largo de su trayectoria, ha tenido que lidiar con la sombra de Montero y con fans que, en vez de valorarla, pedían la vuelta de la exvocalista.
Durante su último concierto en Zaragoza, en las fiestas del Pilar, Leire rompió a llorar mientras interpretaba Rosas, una emotiva escena que generó numerosos comentarios y disparó rumores sobre su salida.
Leire se va dejando un legado importante en La Oreja de Van Gogh, y aunque su salida se sienta ingrata, su contribución al éxito del grupo es innegable.