Han pasado ya dos años desde que se estrenó Star Wars: El ascenso de Skywalker y el descontento de la gente aún no parece cesar. Ahora, ha sido Marcia Lucas, la ex esposa de George Lucas y editora de las películas originales, quien ha dado su opinión sobre las tres nuevas películas en el libro ‘Howard Kazanjian: A Producer’s Life’, en el que documenta la carrera del legendario productor.
“Me gusta Kathleen Kennedy. Ella siempre me gustó. Estaba llena de ideas. Era muy inteligente y brillante. Una mujer realmente maravillosa. Y me agradaba su esposo, Frank. Me gustaban mucho. Ahora que dirige Lucasfilm y hace películas, me parece que Kathy Kennedy y J.J. Abrams no tienen ni idea de Star Wars. No lo entienden. Y J.J. Abrams está escribiendo estas historias… cuando vi esa película donde mataron a Han Solo, estaba furiosa. Absolutamente, no había razón para eso. Pensé, no entiendes la historia de Jedi. No entiendes la magia de Star Wars”.
Marcia continuó con su posición, notablemente e inclusive más tajante en su punto:
“¿Te estás deshaciendo de Han Solo? Y luego, al final de este último, ‘Star Wars: El Último Jedi’, hacen que Luke se desintegre. Mataron a Han Solo. Mataron a Luke Skywalker. Y ya no tienen a la Princesa Leia. Además están soltando películas todos los años. (…) Y piensan que es importante atraer a una audiencia femenina, así que ahora su personaje principal es esta mujer, que se supone que tiene poderes Jedi, pero no sabemos cómo obtuvo dichos poderes o quién es ella. Apesta. Las historias son terribles. Simplemente terrible. Horrible. Puedes citarme: J.J. Abrams, Kathy Kennedy, llámenme”.
Sin embargo, desde que Disney tomó las riendas de Star Wars se vivieron momentos bastante convulsos, pero ahora gracias a las series de Disney Plus como The Mandalorian parece que los fans están regresando a la saga. Además estrenarán mucho más material con otras series como El libro de Boba Fett, Casian Andor, Obi-Wan Kenobi, Ahsoka Tano, entre otros, así que, al parecer y por suerte, la saga continúa estando más viva que nunca.