Gracias a la famosa serie británica “The Crown”, el nombre de la princesa Diana de Gales ha vuelto a estar en la mira. Es por eso que, ahora, le ha tocado el turno a la recordada estrella juvenil Kristen Stewart interpretarla en “Spencer”, del director chileno Pablo Larraín, en la que una joven Lady Di entra a formar parte de la monarquía.
Como era de imaginarse, una de las principales preocupaciones de la protagonista de “Crepúsculo” era qué pensaría la propia Diana de su interpretación y de cómo estaba llevando a la gran pantalla el caos emocional que vivió durante su estancia en Sandringham, en1991, la residencia privada donde toda la familia real se reúne en Navidad, mientras tomaba la decisión de separarse del príncipe Carlos.
Aunque Kristen no cree en los fenómenos paranormales, a la actriz le pasó algo inexplicable: tener la impresión de que la princesa le daba su aprobación para que contara su historia.
“Sí que experimenté emociones espirituales y un poco fantasmales haciendo esta película. Puede que solo fuera cosa mía y estuviese fantaseando, pero sentía que hubo momentos en que recibía una especie de visto bueno”, ha confesado Stewart.
Sostiene haberse metido tanto en su personaje que a menudo olvidaba que la madre de “la princesa del pueblo” había fallecido en un trágico accidente automovilístico en 1997, y recordarlo de pronto le provocaba un “dolor devastador”.
“Eso resultó muy espiritual. Había momentos en los que pensaba: ‘Oh, dios mío’. Era como si ella estuviera intentando… manifestarse. Era extraño y maravilloso. Nunca antes había sentido nada parecido”, terminó de decir en una entrevista al periódico LA Times.
Recuerda que “Spencer” de Pablo Larraín llegará a los cines en noviembre.