El actor ganador del Oscar, Christian Bale, ha dado un paso más allá en su filantropía.
El galés, conocido por su rol como Batman en la trilogía de Christopher Nolan, planea construir un nuevo “pueblo” con 12 hogares de acogida en California para ayudar a unos 70 a 80 niños sin hogar a que hagan la transición a una vida independiente y que, en el caso de tener hermanos, no se separen. El lugar contará con dos estudios y un centro comunitario de 7000 pies.
El proyecto tiene un costo aproximado de $22 millones de dólares y estará listo para su entrega en 2025.
Bale, de 50 años, es cofundador de Together California, la organización que dirige el proyecto que lo califica como “algo absolutamente nuevo, totalmente transformador y algo completamente necesario”.
“Imagínese el dolor absoluto y el trauma de perder a sus padres o ser arrancado de ellos, y luego perder a sus hermanos y hermanas. Esa no es forma de tratar a los niños. Y entonces, seremos el centro para eso. Espero que este pueblo sea el primero de muchos, y espero que la gente, californianos y angelinos, sepan unirse a nosotros para abrir los ojos a lo que está sucediendo delante de nuestras narices. Estos son nuestros hijos y debemos ayudarlos”.
El actor cuenta que su interés por la filantropía viene de su padre, quien desde muy pequeño le inculcó conciencia social:
“Crecí con un padre que siempre fue muy activo y altruista y nos dirigíamos a protestas y le gritábamos a Maggie Thatcher y esas cosas. Cuando era niño, realmente no sabía lo que estaba haciendo, pero me encantaba y simplemente admiraba muchísimo a mi padre por esa manera en que se esforzaba por cuidar de otras personas” – dijo en diálogo con The Hollywood Reporter.
“Siempre teníamos otras personas que venían y vivían en nuestra casa y que no tenían casa, etc. Ese es el tipo que él era”.
Sin embargo, su interés puntual por ayudar a niños vino desde que nació su pequeña Emmeline en 2005. Él asegura que se ponía a pensar en lo que podría ocurrirle a su hija si es que él y su esposa, como padres, no estarían alrededor. Fue así como se puso a indagar sobre los hogares de acogida y se topó con una amarga realidad:
“Me sorprendió y me enojó saber que tenemos más niños en crianza aquí que en cualquier otro lugar del país. También me estaba castigando por no saberlo antes, así que pensé: ‘Bueno, esto es todo’. Centrémonos en esto”. Mi esposa y yo decidimos que íbamos a hacer todo lo que estuviera a nuestro alcance para cambiar eso”.