Mucho escuchamos de famosos que a menudo se quejan o reniegan de no poder hacer cosas como los simples mortales. Claramente, pensamos, son gajes del oficio pues a veces ir a comprar al supermercado o al centro comercial puede convertirse en una verdadera odisea y poner en jaque a cualquier área de seguridad cuando un actor, artista o celebridad despierta con ganas de “ser gente como uno”.
Pero no Kevin Bacon.
Y es que el actor de ‘Footloose‘ confiesa haber querido recordar cómo era vivir en el anonimato y optó por disfrazarse para revivir la experiencia de ser una persona sin fama. Y lo odió.
En entrevista con Vanity Fair, Bacon confesó que hacer las cosas como un simple mortal no fue de sus experiencias favoritas. Él se puso su camuflaje de persona normal y se fue a probarlo a un centro comercial al aire libre llamado The Grove, en Los Ángeles, uno muy atiborrado de gente y que está perpetuamente lleno de turistas.
Lo bueno es que el disfraz funcionó y admite que “nadie me reconoció”, dice. Pero con el anonimato llegaron otras vivencias:
“La gente me empujaba y no era amable. Nadie dijo: ‘Te amo’. Tuve que hacer cola para comprar un puto café. Pensé: Esto apesta. Quiero volver a ser famoso”.
Y eso que lo vivió en la Tierra del Tío Sam y no por aquí y menos aún, disfrutando del transporte público. Mejor ni le contemos cómo es no ser famoso y tener que viajar en Metropolitano en hora punta…