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El actor británico Jason Isaacs, conocido por interpretar a Lucius Malfoy en la saga Harry Potter, reveló que tuvo un papel clave en la creación de la icónica apariencia de su personaje.
Inicialmente, se le propuso que Lucius vistiera un traje a rayas y tuviera un peinado corto. Sin embargo, Isaacs consideró que su personaje debía reflejar que es parte de la aristocracia y su desprecio por los muggles a través de su vestimenta. Para convencer al equipo, se envolvió en una cortina y se colocó una peluca barata larga y rubia que parecía de papel aluminio, demostrando cómo Lucius debía verse. Su propuesta fue aceptada y se convirtió en una de las características más distintivas del personaje.
Otro de los aportes de Isaacs fue el bastón con varita oculta. La idea original era que Lucius simplemente llevara una varita común, pero el actor sugirió que su personaje la guardara en un bastón, añadiendo elegancia y misterio. "Pensé que Lucius nunca querría tocar su varita con las manos desnudas, como cualquier otro mago", comentó en una entrevista. Esta decisión ayudó a reforzar su imagen de superioridad.
Además de Isaacs, otros actores también aportaron momentos inolvidables a la saga. Un ejemplo es Tom Felton, quien interpretó a Draco Malfoy. En La Cámara Secreta, improvisó una de sus frases más recordadas. Cuando Harry, disfrazado de Goyle, dice que usa gafas para leer, Draco responde espontáneamente: "¿Leer? No sabía que supieras leer". Esta línea no estaba en el guion, pero el director Chris Columbus decidió dejarla en la película.
Estos detalles demuestran cómo la creatividad de los actores contribuyó a la construcción de los personajes en Harry Potter, añadiendo profundidad y autenticidad a la historia.