Britney Spears finalmente ha hablado. La cantante, quien ha estado bajo la tutela de su padre desde el 2008, ha asistido de manera virtual a una audiencia con una corte de Los Ángeles para expresar su sentir. Y finalmente, dijo lo que todos sus fans imaginaban iba a comentar. A pesar que la artista ha intentando mantenerse positiva en cuanta aparición ha tenido, lo cierto es que la procesión iba por dentro.
Algo más o menos intuíamos al ver que su novio Sam Asghari, quien ha estado saliendo con Britney Spears desde 2016, publicó una selfie con una camiseta de “Free Britney” en su historia de Instagram horas antes de la audiencia. Efectivamente, Britney Spears se ha pronunciado de una manera inusual durante 23 minutos, al punto que incluso la jueza que escuchaba el caso tuvo que pedirle que hable más despacio:
“Quiero mi vida de vuelta. Demasiadas cosas han pasado desde hace dos años cuando, la última vez que estuve en la corte. No regresé a la corte porque no sentí que me escucharan… He mentido y le he dicho al mundo entero que estoy bien y feliz… Estoy en shock. Estoy traumatizada… Estoy tan enojada que es una locura”.
“Durante los últimos 13 años, he sido tan buena y tan agradable, hago de todo…No puedo permitir que mi ignorante padre me haga esto… Quiero terminar con esta tutela sin que me evalúen” , detalló.
Britney Spears también se dirigió a la jueza comentándole cómo le hizo sentir la última vez que intentó acabar con la tutela: “La última vez que hablé con usted, me hizo sentir como si estuviera muerta, como si no importara. Como si pensaras que estaba mintiendo. No estoy mintiendo, para que tal vez entienda la profundidad”.
“Mi papá y todos los involucrados en esta custodia, incluida mi manager… Deberían estar en prisión. No está bien obligarme a hacer algo que no quiero hacer. … Realmente creo que esta tutela es abusiva. No siento que pueda vivir una vida plena”.
Pero aquello no es todo, porque Britney Spears reveló algunos otros detalles que nadie conocía, como por ejemplo, que lleva un dispositivo intrauterino que le impide tener más hijos.
Desde el 2008, Jaimie Spears ha sido el tutor legal de Britney, con un control total sobre su patrimonio, finanzas y carrera, incluso le ponía límites al propio dinero de la cantante, brindándole $2000 dólares semanales para sus gastos y amenazando con “duras consecuencias” si rompía las reglas.