Uno de los actores más sexys de Hollywood es Jason Momoa y quizá lo recuerdes por su papel de Khal Drogo en Juego de Tronos o en su más reciente película en solitario, Aquaman de DC.
Sus proyectos, sin duda, demuestran que es fuerte, deportista y mucho más que un simple héroe del famoso estudio, y estamos seguros que no sabías muchas cosas sobre la estrella que cumple hoy 40 años. Aquí te lo contamos:
El detalle que lo caracteriza y que no ha pasado desapercibido por los fanáticos es la cicatriz en su ceja izquierda. Lo que sucedió es que se vio envuelto en una pelea en un bar en Los Ángeles. Su contrincante le rompió una botella en la cabeza por lo que tuvo que ir al hospital a que le pusieran 140 puntos.
El actor está casado con Lisa Bonet y tienen dos hijos; Lola y Najoa-Wolf. Ella es la ex esposa de Lenny Kravitz lo que hace a Jason "papá" de Zoe Kravitz. Curioso, ¿no?
A pesar de su gran variedad de tatuajes, él ha revelado que el más especial es el de su brazo, pues es un patrón de dientes de un tiburón, lo cual lo hace sentir confiado cuando entra al mar. Recordemos que el actor nació en Hawaii.
Cuando era adolescente, Momoa fue un salvavidas muy exitoso, pero no fue hasta que el diseñador Takeo Kobayashi lo descubrió en 1998 que comenzó su carrera como modelo. El mismo año ganó el título de “Modelo del Año” en su ciudad natal y fue elegido para participar en Baywatch (Guardianes de la Bahía).
Otro de sus grandes roles fue en la serie de HBO. ¿Cómo obtuvo el papel de Khal Drogo? El actor se apareció ante los agentes de casting haciendo el haka, el famoso baile guerrero maorí.
Momoa estudió biología en la universidad, además de haber tomado clases de pintura en París.
Aunque no lo parezca, las rastas que posee en Stargate: Atlantis son reales, al menos hasta la cuarta temporada, ya que luego se las cortó porque en las escenas de acción le provocaban mareos y dolores de cabeza.
Aunque suene increíble, al actor le aterran los caballos. A pesar de que fue con toda la preparación física necesaria para el rol de Conan el Bárbaro, las escenas que involucraban caballos tuvieron que ser hechas con dobles o CGI, pues sufrió un accidente mientras filmaba y el temor se apoderó de él.