Si sigues a actores, directores o alguna personalidad del mundo del cine nacional en redes sociales, pueda que te hayas topado ya con la publicación de “En Defensa del Cine Peruano” y que justamente quiere hacer eco de los problemas que traería el “Proyecto de Ley Tudela”, impulsado por la parlamentaria Adriana Tudela y apoyado por los también congresistas Alejandro Cavero y Patricia Chirinos.
¿Cuál es el problema con el “Proyecto Tudela”?
La parlamentaria plantea en su proyecto de ley (05903-2023-CR) una reducción a los alcances de la actual Ley de Cine (Decreto de Urgencia 022-2019) y propone importantes modificaciones, entre ellas promover la inversión de producciones internacionales en territorio peruano pero a costa de la producción regional.
Lo más increíble de ello es que este Proyecto de Ley se ha propuesto sin consultar a ninguna de las asociaciones gremiales que, tras llegar a un consenso, ya habían elaborado la Ley de Cine vigente y son quienes denuncian que lo propuesto por Tudela “atenta contra valores fundamentales de nuestra cinematografía al limitar al cine como actividad únicamente mercantil al servicio de la rentabilidad y el turismo”.
Ley Tudela o Ley Paddington
Pero…¿en qué se basa esta ley? Pues al parecer, todo parte de que la próxima película ‘Paddington en Perú’ será grabada en su mayoría en Colombia y no en nuestro país debido a que faltan incentivos.
“La falta de incentivos reales para invertir en producciones audiovisuales ha resultado en que seamos un país poco atractivo para la industria, perdiendo oportunidades de inversión en diversos sectores relacionados, como el turismo, la hotelería y el audiovisual. Caso actual fue el de la producción de la película “Paddington en Perú“, la cual sería filmada principalmente en Colombia, debido a la falta de incentivos y a la alta cantidad de barreras burocráticas nacionales y locales para filmar en el Perú” – se lee en el Proyecto de Ley.
Y sí, todo bien con que se incentive a que producciones de otros países graben por aquí pero el mayor problema radica en que se aplicaría el dicho de “para vestir un santo hay que desvestir a otro”. En este caso, el poquísimo apoyo que tienen ya las producciones regionales e indígenas se vería seriamente comprometido pues sus subsidios son vistos por Tudela como “una discriminación positiva” a su favor. Increíble.
Adicionalmente, también se propone que PROMPERÚ sea la ventanilla única de autorizaciones de filmación en territorio peruano, es decir, que incluso las producciones nacionales deberían someterse a ella sin especificar siquiera los criterios para acceder a estas autorizaciones.
También se menciona que los estímulos que se otorguen no podrían superar el 50% del monto total del costo de producción, algo totalmente INEXPLICABLE pues la propia congresista debería saber (ya a estas alturas no sabemos si sabe o no) que la gran mayoría de producciones nacionales y casi en su totalidad en el caso de las regionales, logran financiarse con los fondos del Estado.
Y como cerecita del pastel, también se especifica que estos estímulos solo pueden ser usados para las grabaciones, sin considerar todo lo que implica la realización de un trabajo audiovisual.