Para terminar de cerrar el capítulo de Paul Walker, los últimos reportes han dado a conocer que su deceso fue ocasionado por el exceso de velocidad al que viajaban él y el conductor del vehículo, Roger Rodas. De acuerdo al departamento policial del condado de Los Angeles, las investigaciones realizadas por mecánicos alemanes de Porsche, quienes analizaron los restos del vehículo, concluyeron que no se trató de una falla mecánica del lujoso automóvil, sino más bien la colisión se debió a que el conductor perdió el control del vehículo cuando viajaba entre 80/93 millas por hora. Traducido a nuestro sistema, entre 130 – y 150 km/h.
Además, también se supo que las llantas tenían una antigüedad de 9 años, pues eran las originales del vehículo, por lo que una vez endurecidas, pudo ser determinante para que el auto pierda tracción en el camino.
Ninguno de los ocupantes tenía rastros de drogas o alcohol en sus cuerpos al momento del deceso, el cuál se debió a una mezcla del impacto del choque y las llamas producto de la colisión.
Capítulo cerrado.